Tercer informe: la narrativa del optimismo
Enrique Peña Nieto presentará su tercer informe de gobierno ante el Congreso de la Unión este próximo 1 de septiembre. De acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el artículo 69 señala que el presidente de la Republica deberá manifestar “el estado general que guarda la administración pública del País”. Considerando lo anterior, hay dos probables escenarios: que el presidente efectivamente informe el estado general que guarda la administración pública del país o, que el Estado se guarde la verdadera situación de la administración y opte por una narrativa optimista al estilo del viejo PRI, omitiendo por supuesto las infortunadas noticias de los últimos 12 meses.
Todo parece confirmar que será la segunda opción la utilizada por Enrique Peña Nieto. No es difícil advertirlo después de conocer los 19 spots difundidos desde el 25 de agosto pasado. Ahí se observa un presidente positivo “con muchas ganas y más fuerza” para entrar a la segunda mitad del sexenio. Un mandatario que aún contando con solo 34% de aceptación, prefiere el discurso del éxito, victorioso y demagógico.
Cabe señalar que en los comerciales alusivos al informe, el presidente tiene momentos lucidos de reconocimiento. Por ejemplo cuando acepta que la corrupción y desigualdad estancan al país. Atinado razonamiento, y es que parece imposible suprimir el tema corrupción, sobre todo cuando México obtiene calificación de 35 de acuerdo con Transparencia Internacional, donde 0 es altamente corrupto y 100 altamente limpio. Qué decir de la desigualdad donde 1% de la población concentra el 43% de la riqueza del país mientras que el número de personas que viven en situación de pobreza según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, aumentó en 2015 para quedar en 55.3 millones.
Por otro lado, dice Peña Nieto que “México aún no se está moviendo a la velocidad que todos queremos”. Yo diría que ni a la velocidad necesaria ni por el rumbo correcto. Y es que en solo 32 meses de gestión llegamos a 57 mil 410 homicidios, superando a Calderón por 14 mil 641 asesinatos durante el mismo periodo. Otro dato importante es que cada 26 horas se agrede un periodista en este país. Luego entonces, el discurso de “México en Paz” parece que no es directamente proporcional con la violencia registrada.
De igual modo, una reforma educativa no sirve de mucho si se concentra en conseguir la rectoría del magisterio para el Estado basándose en evaluaciones, o regalando tabletas a los estudiantes en lugar mejorar la calidad educativa para avanzar en la posición 58 de 121 países. Sobra hablar de la frecuencia con que se disminuyen los niveles de crecimiento económico programados.
Ahora bien, no es que quien escribe vea solo lo negativo de un Gobierno. No se trata de ser positivos o pesimistas. Veamos, cuando un niño mexicano en situación de calle, sin acceso a la educación, andrajoso, mal alimentado, sin condiciones mínimas para su desarrollo digno pide una moneda para sobrevivir, se trata de realidades y justo esa como todas hay que mencionarlas para actuar en consecuencia. De lo contrario, si no vemos el panorama completo, nos engañamos a nosotros mismos creyendo la prédica de que México avanza hacia el progreso.
Por eso prestemos atención al cuestionamiento que Peña Nieto plantea y responde: ¿Cuál es el mejor momento para evaluar a un gobierno? Es justo a la mitad del sexenio. Claro que es un buen momento para evaluarlo, no lo es porque estemos a la mitad del mandato sino por el momento que atravesamos como nación.
En definitiva, sobre el próximo informe sería mejor que el Presidente de la República hablara cuando tuviera verdaderamente algo que decir y no solo porque tenga que decir algo el primero de septiembre. Basta de políticos demagogos y actos superficiales. Basta de mentiras y verdades a medias. Para cambiar lo que debemos corregir en este sexenio no será suficiente un intercambio de rostros en las Secretarías de Estado. Se requieren soluciones de fondo, esforzarse por esclarecer y otorgar justicia en temas indignantes y de interés nacional, respuestas más complejas que las de un #Calcetagate, temas de verdadera trascendencia e importancia como #Ayotzinapa #Lxs5DeNarvarte #Tlatlaya #CasaBlanca #Malinalco o la #FugaDelChapo.
“Los demagogos y los políticos de profesión
quieren obrar el milagro de estar bien en todo y con todos,
engañando necesariamente a todos en todo”
Fidel Castro