La futbolista Lucía Yáñez denuncia acoso y decide salir de México; Club Puebla le niega apoyo
Tras su llegada a la Liga MX Femenil como defensora central del Club Puebla en enero de este 2024, la futbolista Lucía Yáñez denunció haber sido víctima de difamación y amenazas por redes sociales, además de acoso en canchas y actos de violencia en su propia casa. El Club Puebla, lejos de tomar cartas sobre el asunto, le pidió a la futbolista que no hiciera público el caso. Ante la falta de apoyo, la jugadora llegó a la conclusión de que lo único que iba a garantizar su seguridad era salir de México. Pero, ¿cómo fue posible que todo escalara tan rápidamente sin que el club asumiera su responsabilidad? OK, vamos por partes.
El caso de Lucía Yáñez
Acto 1: Lucía notificó al Club sus primeros acercamientos como víctima de acoso cuando se dio cuenta que habían perfiles falsos haciéndose pasar por ella pidiendo dinero como sexo servidora. El acoso trascendió directo a ella insultándola y acusándola de “meterse” con hombres.
Acto 2: A inicios de julio del 2024, se hicieron públicos unos volantes anónimos en contra de Lucía Yáñez. Luego se confirmó que fueron lanzados desde un palco del Estadio Cuauhtémoc durante el partido de la Jornada 1 del torneo Apertura 2024. No se sabe cómo llegaron a las canchas, pues se señaló que los palcos permanecieron vacíos durante el partido, y supuestamente, había seguridad en el acceso a la zona de palcos al momento del partido. En los volantes se encontraban fotografías de Lucía, acusándola de racista, de “meterse” con los directivos para ganarse un lugar en el equipo, de “abortar a su hijo cuando tenía 5 meses” y un montón más de insultos.
PUEBLA VS RAYADAS. jornada 1 Liga MX Femenil.
Lucía sale a la banca y no ve minutos.Al final del juego, caen folletos a la cancha, presuntamente tirados desde palcos del Cuauhtemoc donde no había mucha gente.
En ellos, fotos de Lucía, acusándola de meterse con directivos,… pic.twitter.com/OlzSjwOcKu— BIYIK (@BIYIK__) October 3, 2024
Acto 3: A principios de septiembre del 2024, aún con contrato vigente, Lucía hace su última aparición en una convocatoria del equipo, pero no vuelve a jugar. Es hasta octubre que se hace público su regreso a Los Ángeles, dejando atrás lo que se supone iba a ser una nueva etapa de su carrera como futbolista en México.
El papel que juega el Club Puebla en el caso de Lucía Yáñez
El 3 de octubre el Club Puebla Femenil lanzó un comunicado vía redes sociales “aclarando” las versiones que se habían hecho públicas en diversos medios de comunicación. Los puntos que tocan en su comunicado son los siguientes:
- Sí estaban conscientes de las amenazas en redes sociales, la forma en la que tomaron cartas en el asunto fue denunciando los perfiles por Facebook. Ok, cuánta ayuda.
- Durante el tiempo que Lucía perteneció al Club sí recibió acompañamiento del área de Desarrollo Humano, siempre buscando su bienestar, dicen.
- Mencionan que la razón por la que ya no jugó el resto de septiembre fue por decisión propia, que ella quería regresar a su país de origen por motivos personales, y que quedaron en los mejores términos. Órale va.
- Niegan que hubo negligencia al tratar el caso. Que nadie intentó ocultar el caso, ni mucho menos minimizar la situación.
No existen protocolos de acción eficientes para tratar estos casos
Claro, es sencillo apuntar dedos cuando se presentan casos de negligencia y malos manejos en situaciones donde las personas afectadas se encuentran en una posición de vulnerabilidad. Sin embargo, el problema de fondo es mucho más complejo. El verdadero problema cae en la ausencia de protocolos que garanticen una reparación de daños y que contemplen un enfoque integral para atender estos casos. Es clara una carencia de capacitación en estos temas con perspectiva de género y prevención de violencia para todo el equipo, desde el personal operativo hasta los directivos.
El caso de Lucía Yáñez no es el primero al que se enfrenta la Liga MX Femenil, pues jugadoras como Scarlett Camberos, Nailea Vidrio, Jana Gutiérrez y Selene Valera ya habían denunciado haber sufrido acoso por parte de aficionados, en las canchas y en las redes sociales.
Es URGENTE la creación de entornos seguros para las futbolistas que simplemente buscan cumplir su sueño: jugar de una forma digna y segura. Esto NO puede lograrse sin un esfuerzo coordinado por parte de los directivos y de todas las instituciones involucradas. La pregunta ahora es: ¿es eso lo que ellos quieren también?