Se dice presidenta: pasaron 200 años para tener una mujer al frente de la Corte en México

Tiene 34 años de experiencia como juez y desde 2005 es parte de la SCJN, pero la otra numeralia  importante es que pasaron 200 años de existencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que una mujer estuviera en la presidencia de dicho organismo.

El nombre es Norma Lucía Piña Hernández.

Leemos en el cable de AP más del contexto bajo el que la ministra llega al cargo, electa con seis votos para presidir la SCJN y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF):

Piña sustituirá a Arturo Zaldívar, a cargo de la presidencia desde 2019 y considerado un juez progresista pero demasiado cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, que fue muy popular en las redes sociales, por ejemplo, colgando videos en TikTok.

En contraste, todos los aspirantes a suceder a Zaldívar apostaron en su candidaturas públicas por reforzar la independencia del alto tribunal y lograr una mayor democratización en su toma de decisiones interna.

“La independencia judicial es indispensable para resolver conflictos entre los poderes públicos”, afirmaba Piña en su postulación. “Mi propuesta central estriba en trabajar para la consolidación de mayorías, cediendo en la imposición de mi visión personal”.

Famosamente el presidente saliente, Zaldívar, estuvo envuelto en una polémica donde desde Palacio Nacional se buscó impulsar que estuviera más tiempo en el cargo

Piña se ha distinguido por defender los derechos de las mujeres sobre sus propios cuerpos y más posturas progresistas, además de algunas votaciones clave que no estuvieron alineadas con el régimen actual. Leemos en Forbes:

Entre sus votaciones más relevantes está su postura a favor del aborto, su proyecto que declaró inconstitucional la prohibición del consumo lúdico del cannabis, y su voto para mantener la prisión preventiva oficiosa de manera justificada.

En contra, rechazó la reforma eléctrica propuesta por López Obrador y por la que México se encuentra en consultas bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como su oposición a la consulta popular que convocó el actual Gobierno para enjuiciar a expresidentes.

Cabe mencionar que el presidente López Obrador tenía sus preferencias en otra candidata inmiscuida en un contexto muy diferente : el presunto plagio de una tesis.

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