Exigen a la Universidad del Claustro de Sor Juana aclarar despidos en contexto de denuncias por acoso sexual

Compartimos carta abierta:

Ciudad de México, a 17 de noviembre de 2022

A la Universidad del Claustro de Sor Juana

PRESENTE

Quienes firmamos esta carta nos nombramos feministas, transfeministas o disidencias sexuales. Por ello, manifestamos nuestro extrañamiento por los despidos recientes de las docentes Alicia Hopkins Moreno y Melissa Fernández Chagoya de la Universidad del Claustro de Sor Juana. Aunque estos hechos no han sido explicados de manera clara por el Colegio de Derechos Humanos, Gestión de Paz y Derecho, donde impartían clases, suceden en un contexto de denuncias por acoso sexual al interior de la institución, donde ellas acompañaron a las estudiantes en sus denuncias. Todo ello, sin violar ninguna norma de la universidad. Melissa Fernández trabajó ocho años como docente, seis como docente-investigadora de tiempo completo, y era coordinadora del Seminario en Estudios de Género y Acción Política. Alicia Hopkins era docente de asignatura desde hace más de 11 años. Ambas, promotoras de la perspectiva feminista al interior de esta casa de estudios. Las dos destacadas académicas fueron despedidas de manera injusta y violenta; Alicia el 25 de octubre y Melissa el 11 de noviembre. Sumado a esto, Melissa fue expulsada de las instalaciones, escoltada por la seguridad del recinto.

La entrada del feminismo en la academia mexicana no es reciente, pero su rol central para entender las desigualdades y violencias estructurales es cada vez más reconocido. Es gracias al feminismo y otras luchas que podemos nombrar y denunciar ciertas violencias de género, así como prevenir que sucedan. En ese sentido, llama nuestra atención que una universidad que promueve los derechos humanos y la perspectiva de género en su filosofía y programas de estudio, que incluso tiene una campaña que lleva el estandarte de la diversidad (#YoLaPeorDeTodas), sancione a dos docentes feministas.

Como lo menciona su página web, la filosofía de la escuela se resume en el lema “ven, sé”. En otras palabras, su misión está plasmada de la siguiente manera:

Sor Juana se enfrentó al poder hasta el límite, hasta que, amenazada, le fue exigido estampar su nombre con sangre al calce de una abjuración dolorosa e indignante en la que se nombró: Yo, la peor de todas. Esa abjuración no es más que el testimonio de la intolerancia y de la envidia de aquellos que no soportaron la lucidez de su inteligencia con la que defendió la libertad, el derecho a la palabra, al conocimiento y a la interrogación, el derecho de la mujer a la igualdad y al saber.

Así, invitamos al Claustro a aclarar públicamente el motivo de los despidos antes mencionados, que han suscitado la indignación de estudiantes, exalumnxs, docentes, activistas, académicas y agrupaciones feministas, transfeministas y disidentes sexuales, que asisten a las actividades de la universidad. Además, pedimos que la institución se comprometa a cuidar los espacios que las feministas hemos ganado en la academia. También, llamamos fortalecer los protocolos de atención de casos de violencia de género, violencia sexual y conflictos internos, en apego estricto a criterios que respeten y protejan la dignidad humana. Finalmente, afirmamos el derecho de lxs docentes de ser activistas y defensoras de derechos humanos, sin que ello derive en hostilidades y violencias laborales.

Sin más por el momento, quedamos atentas a sus amables respuestas. Reciban un cordial saludo,

Firmas