Una lección de empatía, cortesía de migrantes en un café
El académico Rafael Prieto Curiel publicó una entrañable historias sobre empatía y migrantes dentro de su cuenta de Twitter, en un hilo que ya se ha vuelto viral.
Narra como un café con WiFi y disponibilidad de enchufes eléctricos es un pequeño oasis para venezolanos que ven su única oportunidad para conectarse con el mundo y hablar con los seres amados que dejaron al emigrar.
Dicho establecimiento, revela en una foto al final, al parecer se encuentra en Ecuador.
Comienza el hilo describiendo la escena. Están en el café y tienen trabajos precarios e informales de reporte o ventas en la calle.
La vida no los ha tratado muy bien. Uno de ellos vende cigarros sueltos. Otro intenta vender chocolates que casi nadie compra. Casi todos trabajan repartiendo comida, así que esperan a que les llegue un pedido a su celular para lanzarse corriendo en medio de la tormenta.
— Rafael Prieto Curiel (@rafaelprietoc) April 2, 2022
De repente, se acerca una señora con un bebé. Es una situación todavía más inhóspita que la de los hombres venezolanos.
En medio de la tormenta, una señora con un bebé en los brazos se acerca a la terraza del café. Pasa entre las mesas pidiendo dinero para comer y para pagar un hostal donde dormir. Ya es tarde. El frío y la tormenta hacen una noche imposible para ella y para su bebé.
— Rafael Prieto Curiel (@rafaelprietoc) April 2, 2022
El grueso de los comensales, no atendían. La hipocresía. Cafés caros, ni centavos para la mujer.
Ella pasa entre las mesas con cara de preocupación. A esta hora, ya solo está abierto este café en la Plaza Foch.
Pasa entre diez o quince mesas y nadie la voltea ni a ver. Nadie se inmuta con su presencia. Con sus necesidades. Con su desesperación.
— Rafael Prieto Curiel (@rafaelprietoc) April 2, 2022
Al menos los venezolanos, con todas sus carencias tienen algunos dólares.
No toma ni un minuto su conversación. El chico que vende cigarros, saca dos dólares de su monedero. Le tomará unas horas reponer esa donación. Los otros sacan monedas y le dan un poco de comida. Uno de los dos cafés que habían pedido fue para la señora también.
— Rafael Prieto Curiel (@rafaelprietoc) April 2, 2022
Una lección de empatía:
Los demás clientes de ese costoso café ni nos imaginamos lo que es dormir bajo la lluvia y el frío. Ni tenemos idea de lo que es no tener dónde dormir o qué comer. Ni estamos dispuestos a ayudar a una persona que no tiene nada más que lo que trae cargando.
— Rafael Prieto Curiel (@rafaelprietoc) April 2, 2022
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Los demás clientes de ese costoso café ni nos imaginamos lo que es dormir bajo la lluvia y el frío. Ni tenemos idea de lo que es no tener dónde dormir o qué comer. Ni estamos dispuestos a ayudar a una persona que no tiene nada más que lo que trae cargando.
— Rafael Prieto Curiel (@rafaelprietoc) April 2, 2022