Se reaviva el debate del populismo punitivo en el país del ‘Usted Disculpe’
En la Cámara de Diputados se aprobó establecer el delito de feminicidio en grado de tentativa , lo que deria en la prisión preventiva para aquellas personas que las autoridades tengan como sospechosos en investigaciones.
Si bien es memorable que se tome en serio la violencia feminicida que aqueja a México, el debate es amplio ya que ante Fiscalía debilitadas más prisión preventiva no necesariamente es mejor, ya que son conocidos los casos en México del usted disculpe.
En el país del ‘Usted Disculpe’ ya aumentaron los delitos que requieren Prisión Automática
Leemos más detalles en El Economista:
El dictamen, que reforma diversas disposiciones del Código Nacional de Procedimientos Penales, de la Ley Nacional de Ejecución Penal y del Código Penal Federal, en materia de sanción del feminicidio en grado de tentativa, fue avalado con 453 votos a favor, 24 abstenciones de los diputados de Movimiento Ciudadano y cero votos en contra. Se envió al Senado de la República.
Trasciende que las penas para feminicidas quedaron entre 30 y 40 años.
El asunto ahora está en manos del Senado.
Posdata
Un debate lateral es que aumentar penas y la prisión preventiva no necesariamente atienden a regenerar el tejido social o prevenir los crímenes contra mujeres, teniendo estas medidas punitivas una especie de similitud con las políticas públicas rosas.
Se necesitan otro tipo de medidas antes que populismo punitivo. Como mencionó Ernesto López Portilo en Animal Político:
Desmonta la esperanza mirar que el populismo punitivo está más sano que nunca, en un país donde se ha venido acumulando la segunda más pronunciada curva de crecimiento de homicidios de todo el planeta en lo que va del siglo, según datos de la ONU.
Nada ha funcionado para contener la violencia feminicida, a pesar de que hay 13 entidades con alerta de género declarada y 9 más en tránsito hacia la posible declaratoria, mientras se registra un crecimiento de casi 150 por ciento en el feminicidio.
[…]
El poder legislativo infla penas por todo el país, incluyendo penas vitalicias. Y le importa un sorbete si funciona para reducir las violencias y la delincuencia o no. Va por cuerda separada. El ritual va en vía de rentabilidad política y electoral, mientras la sociedad se ahoga en la masacre.