Los escándalos previos al asesinato del presidente de Haití
El presidente de Haití, Jovenel Moïse, fue asesinado en su domicilio de madrugada y mientras dormía. Esto es el raro caso de un magnicidio durante 2021 y en una situación aparentemente segura, con toda la seguridad que podría tener un Jefe de Estado.
El hecho, analiza el académico haitiano Robert Fatton para BBC, es insólito:
“Cuando se analiza desde un punto de vista político, no es fácil pensar quién lo hizo o por qué. Ciertamente no sabemos quién se puede beneficiar de algo así. Es realmente uno de los hechos más intrigantes que han tenido lugar en la historia de Haití“, dice Fatton, quien es profesor de Gobierno y Relaciones Internacionales en la Universidad de Virginia, EE.UU.
La necesidad de una nueva Constitución es un raro punto de acuerdo entre Moïse y sus numerosos detractores. Lo que preocupa a algunos observadores es el enfoque unilateral del presidente para redactarla. Otros simplemente no confían en él.
Moïse, según los críticos, se ha vuelto cada vez más autocrático y se apoya en un pequeño círculo de confidentes para redactar un documento que, entre otros cambios, dará al presidente mayor poder sobre las fuerzas armadas, así como la posibilidad de presentarse a dos mandatos consecutivos. También otorgaría al líder de Haití inmunidad por cualquier acción realizada en el cargo.
El 13 de febrero, una nota de El País narraba la división del país: la elección reciente colocó a Moïse como presidente legal pero el líder de la oposición juró en un stream como el mandatario legítimo:
El autonombramiento de Joseph Mécène llegó acompañado de disturbios de grupos violentos que sembraron el miedo y dejaron desiertas las bulliciosas calles de Puerto Príncipe. El actual presidente sostiene que hay un golpe de Estado en marcha organizado por un grupo de familias y empresarios “que controlan los principales recursos del país, que siempre han puesto y quitado presidentes y que utilizar la calle para crear desestabilización”, dice en una entrevista telefónica con El PAÍS desde su despacho en Puerto Príncipe.
Una más: en febrero del 2021 el presidente desactivó el parlamento haitiano y comenzó a gobernar por decreto.