2020 nos demostró que el ser humano no es la especie más fuerte del planeta 

Yuval Noah Harari afirmó hace unas semanas sobre la crisis global y la naturaleza humana lo siguiente: yo creo que la crisis que estamos pasando es porque hay una sensación de que el tiempo se ha acabado. Que si los humanos no ejercen su capacidad de acción en el futuro cercano, van a perder dicha capacidad. Todos los inventos anteriores empoderaron al hombre, creo que los inventos tecnológicos de esta era ponen en peligro la capacidad de acción del ser humano.

Coincido con Harari y eso también podría explicar ciertas actitudes frente al COVID de los mismos gobernantes y la ciudadanía en general. Por ejemplo, afirmar que el COVID no existe o que las pruebas PCR salen positivas en papayas es justamente asumirse como la especie más fuerte del planeta o por otro lado unos gobernantes que minimicen la crisis o que pongan en sus decisiones primero lo económico o piensen que en su poder desde un palacio municipal se encuentra la solución a la pandemia, también es un reflejo de esa búsqueda por el poder humano sobre las demás especies. 

Otro ejemplo de esto también es la crítica generalizada a las acciones de gobierno en todo el mundo, aún cuando se han demostrado que sean eficaces como en Nueva Zelanda, donde conozco casos de personas que se quejan del gobierno porque los tiene encerrados enviándoles un puñado de dólares para no descapitalizarse y es que también el ser humano se cree capaz de hacerlo mejor que el propio gobierno, porque se cree por encima del virus. 

Este sentimiento no es nuevo, según la religión católica, por ejemplo, ese deseo de sentirse superior a la divinidad o fuerza creadora o a cualquier otra especie derivó en la expulsión del paraíso a Adán y Eva. El dilema que plantea Yuval se ve potenciado por la injerencia de la tecnología y la inteligencia artificial que ha puesto a la humanidad en otro papel respecto al control de la naturaleza, la industria, el trabajo o los virus.

Esta crisis que plantea Yuval se ve reflejada en acciones para tomar el control como las decisiones de gobierno tan autoritarias o regresivas en la protección del medio ambiente o hasta lo absurdo de relajar medidas sanitarias por sentirse la especie más poderosa, esto no quiere decir que en lo personal considere que la humana es la especia más audaz y más inteligente de la tierra, pero no es la más fuerte. 

Desde mi visión el 2020, la pandemia, la crisis populista y la democrática tiene una relación directa a esta soberbia humana de sentirse capaz de controlar todo, de autoasignarse poder que no le es natural, decisiones que no le corresponden o acciones que lo superan, cuando debería auto asignarse a un rol secundario, como es el de todos los seres humanos. 

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