¿Por qué personas de países pobres pagan mucho más por viajar que personas de países ricos?
En un artículo publicado hoy en The Economist que a su vez recupera un estudio realizado por la Universidad Europea se demuestra que las personas de países pobres pagan mucho más por obtener un visado para poder viajar que las personas de países ricos. Las cifras son claras: una persona europea prácticamente no tiene que gastar nada para poder viajar, a un ciudadano norteamericano le cuesta menos de la mitad de un día de trabajo, mientras que a una persona sub-sahariana necesita trabajar 19 días para poder costear simplemente los permisos de viaje. Por otro lado, alguien del norte de África pagará al final más del doble que alguien de Norteamérica para obtener dichos permisos.
Este estudio sugiere que existen dos importantes variables a considerar para que esto ocurra: los costos del visado se abaratan en regímenes democráticos, por un lado, y por el otro el ingreso promedio de las personas influye de manera determinante en su capacidad de pago.
Digamos entonces que el actual régimen de visas global es un reflejo de la injusticia social. Y propone una paradoja: entre más rico, menos pagas; entre más pobre, más debes invertir en ejercer el mismo derecho.
El problema que se plantea de fondo es que existe un injusto reparto del derecho a viajar, lo que hace todavía más difícil ejercer esa prerrogativa de manera legal por parte de personas de países en desarrollo.