Resistencia Queer: la lucha del colectivo de cuerpos disidentes más radical en México
Romper la norma, inventarse un espacio y un montón de debrayes más
Texto: Tercero Díaz
Fotos: Raúl Cervera
“Ya había salido la conversación entre amigues de hacer nuestro propio colectivo, con juegos de
azar y hombres vestidos de mujerzuelas”.
-BEB 1Hombre trans, punk, de 21 años y
miembro del colectivo Resistencia Queer
Fake fags on the radio dont sing for me
El día no pintaba equis desde que me desperté y supe que les conocería. Les había escrito unos días antes a su página de Facebook con el propósito de encontrarnos, conversar, intercambiar abrazos, sonrisas e historias. ¿Por qué ellxs? Porque el discurso que mantienen en sus redes sociales me hacía intuir una gran congruencia, rabia y compromiso por la mariconada y sus pinches perras ganas de crear un espacio libertario inexistente para muchxs de nosotrxs. Y no nos han fallado.
Llegué a un edificio viejo de donceles en el centro de la cedemex, subí al tercer piso y dando vueltas como pendejo por fin di con un salón de belleza. Ahí me recibió XAX, quien trabaja en su salón de belleza donde corta, tiñe y hace brujerías varias en los cabellos de sus clientes. Con los ojos pintados rosas, falda mezclilla, medias de redes dejando entrever sus piernas tatuadas, una blusa negra transparentosa, un mandil de trabajo con estampado de leopardo y unos aretes enormes con la A de anarquía; posterior a mi entrada llegó CEC, con vestimenta negra, tatuajes en el rostro, cabello lacio largo y con su niña de tres años de edad que esporádicamente amantaba durante la entrevista. De ella le siguió BEB, con su aspecto punketo, andrógino, mohicana verde, aretes y tatuado del rostro para no romper el ritmo visual del encuentro.
Yo iba de lo mismo de siempre, los samba de pankillo, tramos y sudadera de capucha negra, mi chaleco con estoperoles, mi pelo desaliñado, mis tatuajes en la cara y una bolsita rosa para contrastar con el visu donde guardo mi grabadora de audio. Era el escenario perfecto para una entrevista. Todos con rayas en las caras, punks y anormales.
Nos enamoramos al instante… Nos regalamos unas sonrisas y BEB nos pidió sentarnos en el piso para charlar, “como los vagabundos que somos”, dijo, y nuestros culos se apropiaron del suelo.
A la chingada las transnacionales y el inicio de algo bonito.
Fake fags in Hollywood dont impress me
Cansadxs de los colectivos de gente muy políticamente correcta, de ideologías blancas, burguesas y de activistas de selfies, el ala marica más radical de la Ciudad de México decide acuerparse en 2019 y montar un numerito llamado el anti-pride para contrarrestar el día del Orgullo LGBT donde hay más presencia de transnacionales que de activistas en las celebraciones y marchas que se realizan el 28 de junio de cada año. Así inició esta aventura subversiva.
“En este desmadre del Anti Pride viene siendo reapropiarnos de un espacio que siempre ha sido político. El Pride empieza con una mujer negra, trabajadora sexual, transexual y bisexual que le lanza ladrillos a la policía para detener la violencia en la comunidad. El primer Pride fue una revuelta contra los policías, contra la sociedad en general, es un espacio político, un espacio para celebrarnos para reivindicarnos y no vamos a permitir que un montón de empresas pendejas nos diga cómo celebrar el Pride”, menciona BEB con la llama encendida en sus ojitos.
“Para empezar somos anarquistas, ningún otro colectivo tiene los huevos de enunciarse anarquista, porque les da culo, porque piden ayuda del gobierno. Todes nosotres somos artistas, producimos y hacemos bazares, sacamos nuestros propios recursos, no necesitamos pedirle ayuda al gobierno. No somos separatistas, si vienen heteros no les hacemos fuchi. Todo el colectivo es queer pero somos realmente de todas las disidencias”, comenta BEB sobre su familia elegida, que se compone alrededor de 30 personas que van desde los 15 a los 60 años, en su mayoría punks, latinxs, trans, migrantes, trabajadorxs sexuales, tatuadorxs, estilistxs, músicxs, poetisxs, no binarixs, veganxs, antiespecistas y por sobre todo anarquistas y queers.
Ex miembrxs de otros colectivos, vetadxs, rechazadxs, abiertxs y menospreciadxs, estigmatizadxs por su radicalización, se tuvieron que inventar su propio espacio para luchar de forma ilimitada, creativa y también violenta.
“Somos personas que no permitimos violencia contra nosotras, no porque seas mi amigo voy a permitirte ciertas cosas, les enfrentamos y nos han corrido de muchos espacios por enfrentar las violencias. Por eso nos juntamos y somos Resistencia Queer”.- CEC.
“Siempre he dicho que encontrar a resistencia queer, encontrar a esta banda que no se calla el hocico, que no agacha la cabeza y que tienen sus ideas está chingón. Lo que pasa es que estoy harta de la misma mierda que está afuera en las calles y que lo repliquen lo mismo en espacios punks y anarquistas. Estoy hasta la verga, caí con ellos (Resistencia Queer) y justo lo que dicen es que les caí bien porque siempre estoy enojada (risas), y digo wey, por fin encontré un espacio donde puedo estar bien envergada y decir lo que yo quiera y nadie me va callar y nadie me va decir que estoy exagerando, todos estamos enojados aquí”, menciona XAX.
“Si de por si las morras no tienen cabida ahí (escena punk libertaria), si tu llegas con una corporalidad que ellos asocian como morra y aparte soy maricon, vas a someterte a un blanco de violencia impresionante, y la verdad si tú ya estás enojado y cansado, yo no voy ir a un espacio donde me van a violentar por ser trans, por ser maricón porque me gusta el color rosa, porque me mama el color rosa y eso no me hace menos punk o menos anarco. O sea, si no te permiten esa libertad por la que tanto se jactan que están peleando eso no es punk, es como las morras que son TERF, eso no es feminismo, eso no es punk, es pura pose y nosotres decidimos: wey yo necesito un espacio, lo voy a crear para mí, para las personas que son como yo y que lo necesitan. Así nace Resistencia Queer.
Mientras la cotorriamos y seguimos tirados en el piso BEB y CEC me cuentan toda su línea de acción, desde asistir a las manifestaciones a protestar y ejercer su derecho legitimo de ser violentxs, encapuchadxs, armadxs con piedras y molotovs, siempre dispuestos a dar la batalla en las calles contra la tira. “Yo me encargo del de autodefensa y parkur, porque si quieres ir hacer acción directa, si quieres protestar no puedes ir sin saber nada. No puedes ir sin tener condición porque te arriesgas a ti y a las personas que van contigo. Nosostres nos movemos en manada, si vamos 10 regresamos 10. Si se llevan a une nos vamos todos a la pinche procu hasta que le suelten”, agrega BEB.
Me cuenta como tienen una lista negra de agresores a quienes repudian tajantemente y aplican la vieja frase cholera norteña de “al topón”, la cual significa que donde lo vean le llueven putazos. “Hay colectivos de la desidencia sexual que dicen que somos muy agresivos que somos muy violentes y son banda que realmente nunca pone el cuerpo en las protesta son activistas de selfies, y que buscan cualquier pretexto para descalificar nuestro trabajo y que buscan cualquier comentario absurdo para decir que lo que hacemos es ridículo, o que nosotres avergonzamos a la comunidad.
¿Qué pasa cuando hacemos eventos o cuando nos prestan un micrófono en cualquier lugar? Denunciamos a estas personas (la lista negra), pero no nada más de cuidado con este wey porque es un pendejo, sino que va acompañada de si esta persona se presenta en nuestros espacios le vamos a partir su madre a la verga. Y no nos vamos ir a las preguntas, no le vamos a decir ya te puedes ir por favor de mi espacio, no… o sea al fascismo no se le discute se le revienta un batazo en la cabeza. Si esos pendejos que están en nuestra lista negra y se paran en nuestros espacios, les van a llover vergazos, y ya están advertidos y por supuesto que es una amenaza, nosotres ya no estamos para perder el tiempo; es una amenaza, es mordaz, es violento, es puntual”. Eufórico, las palabras salen disparadas como metralletas de la boca de BEB.
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Comparten mucha difusión de estrategias de autocuidado, arte circense, introducción al anarquismo, feminismo interseccional entre sus cuestiones teóricas filosóficas. Talleres de maquillaje, de tatuajes, serigrafía y modelaje, entre muchas otras cosas que saben hacer, y si no lo saben buscan quién sí sepa.
Así ya bien al chile
Mis nuevos amigxs resultaron unas joyas, CEC de 21 años con su hije de 3, se dedica al cam show, la venta de sus videos y fotos por internet, se ocupa de las infancias en el colectivo, fuiarlas a una educación alternativa, “no seguir las normas que a todes nosotres no nos gustaron o no nos sentimos identificadas con ellas”. No binarix, “me gustan todes”, dice mientras sonríe y agrega que practica la anarquía relacional. Vegana.
Por su parte BEB, trans, punk, anarquista, performancero, poeta, aprendiz de modificación corporal, enemigo de la academia y pansexual. “Pero siempre me estoy enunciando como marica como un posicionamiento político”, prefiere nombrarse joto para incomodar más a las buenas consciencias. Aunque confiesa que igual le siguen gustando los batos cis, se burla de sí mismo y agrega que algún defecto tenía que tener, “¡hartos de los hombres pero no de la verga!”, dicen al unísono CEC, BEB y XAX como si lo fueran ensayado, reímos de lo cagado. “Por eso la sexualidad no se escoge, es la prueba irrefutable, si se escogiera no nos gustarían los batos cis”, menciona BEB y suelta una risa burlesca cargada de soberbia sexy.
Estilista, bisexual y al igual que CEC, XAX de 29 años se identifica como una persona no binarix. Es música y forma parte de varias bandas punk. No come carne y se mudo de Sinaloa a la capital porque “los pinches narcos tan bien locos a la verga”. Se descose cuando hablamos de la escena porque entiende al igual que todxs los presentas las limitaciones de lxs que alguna vez fueron nuestrxs amigxs.
“Wey yo también estoy harta de las tokadas son una mierda, estoy harta de que sean homofóbicos, super mochos, xenofóbicos, dices ¿qué onda… son punks o no son punks? La mohak la traes nomas porque se ve chido ¿o qué verga?”
“Para mí fue súper importante haber encontrado este espacio (Resistencia Queer), porque es muy difícil siendo así como somos encajar en cualquier lado”.- XAX.
Ya casi para acabar, y aunque he debido dejar fuera de estas cuartillas muchas palabras e historias, XAX me pide el encendedor y se prende una pipa con weed, me ofrece pero paso, como que se sorprende un poco de que no fume y le explico que me hace vomita, que es la única droga con la que no soy capaz de controlar mi mente y mi cuerpo así que mejor la evito.
Escribo desde la locura y la satisfacción que da escribir esto, conocerles y ser parte de ellxs. Con amor, para Resistencia Queer, y para toda la banda loca.
Referencias
↑1 | Hombre trans, punk, de 21 años y miembro del colectivo Resistencia Queer |
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