Mujeres se organizan contra el extractivismo
Con la justificación de que “el desarrollo” llegaría a cada región de nuestro país muchos son los megaproyectos que se han construido -o pretenden construirse- por encima de las necesidades de los pueblos y sus habitantes; por ello, hay muchos pobladores que luchan por no quedar bajo el agua de una presa; por no ser fumigados con agroquímicos o por no desplazados por grandes carreteras o vías ferroviarias; todos estos proyectos, a decir de los empresarios, necesitan “el sacrificio” de comunidades enteras.
El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Manuel Toledo, señaló que México registra más de 500 conflictos ambientales. Buena parte de ellos se debe a la proliferación de megaproyectos ligados a los sectores de minería, hidrocarburos, termoeléctricas, y otros que han generado desequilibrios locales y regionales (La Jornada, 17 de julio del 2019).
A pesar del discurso en pro del medio ambiente de los gobiernos, de acuerdo con el Anuario de Actividades Extractivas 2018 de Fundar, Centro de Análisis y Distribución A.C.: “los impactos sobre el ambiente y los derechos humanos de las comunidades y pueblos originarios situados alrededor de estos proyectos extractivos siempre han quedado al margen de las prioridades de los gobiernos”.
Quienes han sacado más la casta en esta lucha por su territorio en contra del llamado extractivismo son las mujeres de cada uno de los pueblos afectados; son ellas quienes participan en la toma de decisiones y en la defensa de sus tierras en condiciones de igualdad.
“Las mujeres jugamos un papel fundamental en la defensa de la tierra y el territorio, además nuestro trabajo en los hogares y en los movimientos es un sostén fundamental en las luchas”, dice parte del pronunciamiento que tuvo como resultado del Encuentro Nacional de Mujeres por el Territorio frente al Extractivismo.
Este Encuentro Nacional se llevó a cabo del 31 de agosto al 3 de septiembre en Guadalajara, Jalisco. En éste, 69 mujeres de 16 estados del país, se reunieron para intercambiar experiencias y compartir la diversidad de estrategias que han construido contra proyectos extractivos de minería, gasoductos, oleoductos y fracking; presas, acueductos y termoeléctricas; carreteras y vías ferroviarias; pero también de proyectos vinculados a la agroindustria.
Desde Quintana Roo hasta Baja California Norte, las mujeres concuerdan que la participación igualitaria que buscan, comienza desde la repartición justa de responsabilidades. Hay quienes realizan trabajo doméstico, tienen un empleo para percibir ingresos y se encargan del cuidado de sus hijos; por ello, el defender su territorio, no debe ser una jornada extra, sino que se debe construir: “un piso parejo entre mujeres y hombres”.
Además, saben que sólo en condiciones de igualdad, las mujeres podrán llegar a ocupar parte de los cargos de toma de decisiones en sus comunidades.
Lo que las mujeres defensoras del territorio tienen muy claro, es que su unión es lo que las hace más fuertes.
Después del Encuentro Nacional de Mujeres, las asistentes recalcaron su apoyo y solidaridad ante las diversas luchas que se llevan a cabo en todo el país, ya que saben que si hacen alianza, difícilmente, podrán quebrarlas.
“Ya no sólo nos sobamos el hombro, eso es para políticos. Aquí nos “hermandamos”, tu lucha es mi lucha. Te joden a ti, me joden a mí. El pueblo salva al pueblo”, dijo Margarita Juárez, defensora de Temacapulín, Jalisco contra la presa El Zapotillo y participante del Encuentro Nacional de Mujeres por el Territorio frente al Extractivismo.
Por Itzel Torres /@ximena_tra; y Fernanda Lattuada /@MariferLattuada