«Tenemos voz, tenemos voto y tenemos opinión»: mujeres en el nuevo gobierno comunitario de Ayutla
Por Heriberto Paredes
Ayutla de los Libres, municipio ubicado al sur del estado de Guerrero, es parte de lo que se conoce popularmente como la Costa chica y desde el pasado 15 de julio de 2018 ha estrenado un nuevo gobierno municipal, electo y conformado a partir de los usos y costumbres de la población indígena, afrodescendiente y mestiza. Está compuesto por el Consejo Municipal Comunitaria y el Consejo de Seguridad y Justicia en donde participan mujeres y hombres de manera equitativa.
La elección de este nuevo gobierno fue bajo el procedimiento de mano alzada y se hizo con fundamento en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) respecto a la autodeterminación de los pueblos indígenas y tribales, así como en el artículo 2 de la Constitución Mexicana y los artículos 11, 124 y 128 de la Constitución de Guerrero. Lo integran 140 mujeres y 140 hombres elegidos como representantes titulares.
De manera constructiva, una respuesta a esta situación ha sido la dotación de herramientas teóricas y prácticas para buscar soluciones constructivas. Gracias a ello, nace la iniciativa de llevar acabo un taller en el que participaron las 140 mujeres titulares del Consejo, y en el que se discutieron tanto las problemáticas regionales como las propuestas de trabajo.
El taller «El liderazgo de las mujeres en el ejercicio de sus derechos comunitarios» estuvo a cargo de dos antropólogas que han seguido de cerca la lucha de las mujeres en la Costa Chica, la doctora Gema Tabares del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y la doctora Laura Valladares de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Iztapalapa, quienes fueron las encargadas de facilitar este espacio de trabajo.
Con el objetivo de «mostrar la participación de las mujeres desde las asambleas comunitarias de sus pueblos y colonias, para que ejerzan sus derechos y que esto les permita el desarrollo integral de sus comunidades y el ejercicio del poder público, como reconocimiento a sus luchas y a la libre determinación», el taller tuvo lugar el pasado 8 de marzo en el contexto del Día internacional de la Mujer.
Gobernar en paridad, un reto
«Como comisión, salimos a las comunidades para ver las principales problemáticas de las mujeres y ofrecemos capacitación en temas de derechos humanos, así como ayuda psicológica y jurídica» explicó Rufina Jiménez Avilés, responsable de la Comisión de la Mujer Indígena y Afromexicana.
«Este gobierno ha sido por ley paritario, pero uno de los desafíos ha sido hacer efectiva esa parte, porque al principio como que no les quedaba muy claro, que tenía que ser la mitad hombres y la mitad mujeres. Que acepten que nosotras también tenemos voz y tenemos voto y que tenemos que opinar sobre el rumbo de este gobierno» señala por su parte Patricia Bazán, coordinadora del taller.
En una zona de Guerrero particularmente golpeada por la violencia, el municipio de Ayutla ha pasado por momentos muy duros en su historia reciente, como la masacre ocurrida en la comunidad de El Charco el 7 de junio de 1998 o la ola de asesinatos y secuestros que han aquejado los caminos en los últimos 10 años. Sin embargo, esto ha diluido la violencia política que se ejerce en el día a día contra las mujeres, a pesar de que ahora ocupen la mitad del órgano de gobierno.
Esta es también una violencia que debe combatirse.
El contexto sigue siendo complejo, ya que, muchos de los cuestionamientos surgen del interior de las propias comunidades quienes ven la participación de la mujer en el órgano de gobierno como un cuestionamiento a la costumbre, a lo que una mujer debe hacer, a sus quehaceres. El gobierno paritario cuestiona los patrones culturales pero también permite la reflexión y los espacios como el que albergó el taller.
Queda un largo camino por recorrer, sin embargo, hay buen ánimo entre las 140 mujeres que fueron electas como titulares del gobierno municipal. «Las más atacadas en este gobierno –continúa Bazán– hemos sido las mujeres, hemos sido hostigadas, muy cuestionadas sobre si podemos gobernar o no porque la mayoría somos de comunidades, somos indígenas».
Ante la adversidad, las mujeres mantienen la reflexión acerca de los derechos que como mujeres indígenas, afrodescendientes y mestizas tienen dentro del ejercicio del poder público y en la vida cotidiana.