#VueltayVuelta | La Guardia Nacional y el triunfo de la política

Escribió por estos dìas Macario Schettino que la estrategia de AMLO es la de llevar los temas al límite, incluso rebasar los límites que la ley, la moral, la democracia y la política establecen, para después ceder y así siempre ganar. Plantea que eso fue lo que sucedió en la discusión de la Guardia Nacional, hoy la narrativa es que sí hay oposición y que sí se escuchó a la sociedad civil, aunque signifique que no hubiese quedado la iniciativa perfecta, al menos no hubo guardia militarizada.

Cuando leía ese artículo, pensaba que tenía razón, aquí lo he dicho, AMLO es audaz, quizá el político más audaz del país y gana hasta cuando pierde. Al día siguiente solo atinó a decir que la ciudadanía exige Guardia Nacional y que era positivo que ya se vislumbraba que esta existiera: no hubo más regateo, pareció conforme con la unanimidad lograda en el Senado.

A mi me parece que triunfó la política y en ese sentido, AMLO es un animal político. En el Senado la operación política tiene nombre y apellido: Dante Delgado, un viejo conocido de AMLO. La negociación política tiene características particulares: no es una negociación donde hay dinero de por medio, donde hay centavos, dólares o euros, divisas o tasas es una negociación de intereses, de símbolos, de notas de prensa y de posiciones políticas. Delgado coordina una fracción de pocos senadores, sin embargo, el poder y la legitimidad no la dan el número de escaños sino otro tipo de habilidades.

En ese tenor, en el seno de la negociación para lograr que las fracciones apoyaran un dictamen de la Guardia Nacional había que poner en el centro la voz de los expertos, así lo hizo Clemente Castañeda, vicecoordinador de la bancada de MC, habría que escucharlos. Marko Cortés del PAN estaba en Alemania, Osorio Chong, con poca reputación y Mancera desde el Frente, reconoce en Delgado un negociador político profesional. La Guardia no debía ser militarizada y desde ese punto no había senador, convencido en la negociación que se fuera con la mayoría para aprobar una guardia militarizada, desde esos mínimos había que empezar. Después, el rumbo de la negociación e intereses fueron definiéndose, pero nunca retrocediendo a una Guardia no militarizada.

Al final, en toda negociación se debe estar dispuesto a ceder algo, no por el simple hecho de perder, sino porque el éxito de la negociación es que logres definir un espacio donde ambas partes ganen.  Lo que cedieron Delgado y la oposición, una Guardia tal y como la pedían los expertos y las OSC. Lo que cedió Morena y la mayoría, una Guardia tal y como la quería AMLO.

Triunfó la política, porque en el disenso, se encontró el consenso, porque en un ambiente de mayoriteo se reconoció la pluralidad y las ideas distintas y porque con altura de miras se dejó a un lado la política de amigo-enemigo (impulsada por AMLO) por la política que busca generar acuerdos para el bien de la sociedad, ese que entendieron los senadores que era una Guardia Nacional con mando civil. En la clase política hay políticos que hacen Política.

Previo

El emotivo discurso de Yásnaya Aguilar en el Congreso sobre las lenguas indígenas

Siguiente

La depresión laboral vista con perspectiva de género

Sin comentarios

Deja un comentario