Delfina Uriburu #VocesVioletas
Delfina Uriburu nació en Buenos Aires en 1990. Estudió Comunicación Social y se encuentra cursando el profesorado. Participó de la antología Apología 2 (Letras del Sur, 2015) y publicó el poemario El murmullo de los cuerpos (Textos intrusos, 2015). En 2017 fue finalista en la sección Poesía de la Bienal de Arte Joven de la Ciudad de Buenos Aires.
El último partido
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A las cinco iban a jugar al fútbol pero las seis
y el tren pasa otra vez vacío
el pudor del niño solitario
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a las siete el pudor del tren de nuevo vacío
el silencio del niño en un tren y otro vagón que pasa de vuelta
vagón tras vagón se imagina que llega la pelota
pero de fondo Lanús se ríe y habla y todo sigue igual de sucio
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son las siete
es el vagón solitario el niño que patea latitas vacías en las vías
se puso la camiseta esta vez y las vías vacías sonríen de lejos
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otra vez no hay partido
otra vez mirar el tren pasar
a las cinco iban a jugar pero no hay boletos a ningún lado
Altar
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Las alfombras protegen los pisos de madera
la prudencia es la mejor economía
la foto del Papa en el comedor es la mejor prudencia
y no hablar de más
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y persignarse frente a las iglesias o cuando está oscuro
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fumigar una vez por mes ahuyenta los insectos
y hacer cruces de sal las tormentas
¿qué tormenta se llevará estas paredes que no dejan de crecer?
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el trabajo dignifica
pero los días de descanso
hay un silencio que tiembla los campos minados de la casa
Cuerpo tomado
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Las cartas quedaron dadas vueltas
vértebra por vértebra la escalada de aire asciende
quizás llegue a la cabeza
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en boca cerrada no entran moscas
ni malos augurios
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habrá que tomar un vaso con agua para atravesar el patio
detrás el cuerpo está tomado
un rehén a punto de caer a un pozo sin final
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el viento aturde las ventanas
un diluvio está por empezar y los invitados no llegaron
24 de marzo
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Hay un libro que no se escribió
una película que no se filmó
un sillón vacío en una casa trunca
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hay un cuadro despintado
huérfanos por docena:
la potencia, esa semilla que no germina
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hay un fundido a rojo hasta un final sin segundas oportunidades
hay una explosión en el silencio
son los gritos de esta patria desgarradora
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domingos estrangulados
un paréntesis de llanto entre tanto verbo suspendido.
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¿qué canción de cuna se canta en los nidos vacíos?
¿qué sueño descansa las noches de preguntas?
el vacío no tiene sonidos
aunque veas que las puertas se abren y se cierran
incluso si no hay nadie en casa
las ausencias no tienen juicio
aunque las persigas con la memoria
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