Rafael Márquez es inocente hasta que se demuestre lo contrario

A los medios de comunicación en México nos hace falta mucha formación sobre el sistema penal y el papel de los medios de comunicación, tal como escribió Sonia Serrano en el reciente Informe sobre los medios de comunicación en Jalisco del ITESO:

“El problema central es la participación de los medios de comunicación en la responsabilidad de garantizar la presunción de inocencia y los derechos de las víctimas”.

El lugar común, de quienes ya consideran culpable a Rafa Márquez se construye a través de los siguientes argumentos:

  • Si el gobierno de Estados Unidos ya investigó es porque sí es culpable
  • La investigación lleva 7 años
  • Ni modo que no se diera cuenta que estaba tratando con un narcotraficante.

Rafael Márquez no es narcotraficante, ni se le acusa de eso. El gobierno de Estados Unidos utilizó un recurso legal, que violenta el debido proceso, y congeló sus cuentas asumiéndolo culpable sin que éste pudiera defenderse y mostrar pruebas en sentido opuesto. Lo explica Carlos Puig:

“Optaron entonces por utilizar el más duro de sus instrumentos jurídicos. La llamada ley Kingpin, con la que sin posibilidad de defensa se congelan bienes y se castiga a cualquier empresa estadunidense que tenga transacciones con él. El expediente del Tesoro, como manda la ley, fue revisado y aprobado, antes de hacerse público, por la DEA, la CIA, Seguridad Interior, el Departamento de Justicia, la Defensa y el Departamento de Estado.

Lo hicieron público ayer a las doce en punto. A diferencia de un proceso penal, tocará a Rafa probar su inocencia y salir de la lista. Lo han hecho otros. Ese proceso será público.”

Ahora Rafa Marquez tendrá que probar su inocencia, en un proceso largo y que implica el gasto en un equipo legal capacitado. Esto plantea otro dilema del sistema penal: quien no tenga dinero para organizar una defensa capacitada que enfrente a la estructura del gobierno estadunidense, es culpable sin el derecho a una audiencia, a presentar pruebas o a defenderse dignamente.

En México los medios de comunicación no están capacitados para proteger la presunción de inocencia y para muestra, unos cuantos botones de los medios en Jalisco:

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Y los medios nacionales tampoco lo hicieron, del todo bien:

A su vez, esto escribió León Krauze en Letras Libres:

“De verde blanco y rojo, con el número 4 a la espalda, Márquez encarnaba la otra puerta, cerrada ahora con estrépito, inconfundible confirmación, para millones de jóvenes mexicanos, de que nadie puede escaparse a la mordida serpentina de la vita-narca. ¡Vaya tragedia!”

Esteban Illades en Nexos así lo escribió:

“Y su carrera cierra en lo más bajo, cuando siempre, siempre, debió haber sido al revés. A la par, y mucho más grave, con los sueños de Rafa se esfuman también los sueños de miles de niños. No sólo los inscritos en su escuela de futbol, ni los que reciben una ayuda invaluable de su fundación, los principales afectados”.

Utilizar adjetivos y fraseados como “incriminar” cuando aún no se comprueba el crimen, y decir que Julión y Rafa están con el narco, cuando aún no se prueba, o decir que implican o vinculan a Rafa Márquez en la noticia principal de un periódico es sentenciarlo y que la gente que lo lea piense que es un criminal.

Decir que su carrera cierra en lo más bajo es absurdo. Decir que nadie puede escaparse a la mordida serpentina de la vita narca es una falacia.


El daño está hecho. La acusación y la cobertura mediática ya dañaron la reputación de Rafa Márquez, aunque después del proceso penal se descubriera que es inocente y que no tiene vínculo con ningún narcotraficante, como él mismo aseguró en su declaración, nadie podrá regresar el tiempo y recuperar la buena reputación del defensa mexicano, que cabe destacar que también es otro derecho: todos tenemos derecho a la buena reputación, un derecho que León Krauze, Reforma, Excélsior,  El Universal y las redes sociales, ya le violentaron.

No es porque se trate de Rafael Marquez, es porque esto evidencia nuestra capacidad de no respetar el debido proceso, de no garantizar la presunción de inocencia como un derecho básico, de no respetar el derecho a la buena reputación y de encontrar cualquier pretexto para crucificar mediáticamente a quien se nos atraviese.

Otro derecho violentado fue a la protección de datos personales, en todos los medios de comunicación, nombres, datos personales, fotografías y RFC de empresas fueron difundidas sin garantizar la protección de esos datos, incluyendo a Rafa Márquez y a Julión Álvarez, como medios de comunicación, estamos muy lejos de hacer coberturas dignas respetando estas cualidades en procesos penales. Aunque se tratara de Javier Duarte o del criminal más peligroso, son derechos y procesos que se deben garantizar.

Si Rafael Márquez resulta culpable también habrá estado mal toda la cobertura mediática, puesto que la la presunción de inocencia debe garantizarse.


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Aquí les dejo el testimonio de Márquez, sobre el tema.

 

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