¿Sobran los plurinominales?

Parecería que muchos males de nuestro país tienen su origen en la existencia de diputados plurinominales porque en todo el país se están presentando iniciativas de ley para reducir su número. Pero, ¿de verdad sobran los plurinominales?

Antes de intentar responder esa pregunta es necesario que respondamos a otra, ¿para qué sirve el Poder Legislativo? Además de las funciones más obvias que son elaborar leyes y representar al pueblo, el Legislativo tiene la responsabilidad de ser el contrapeso de los Poderes Ejecutivo y Judicial.

La importancia de que el Legislativo desempeñe bien su función de ser contrapeso se puede notar con claridad si observamos lo que ha ocurrido recientemente en Estados Unidos. Si Trump pudiera cambiar las leyes por sí solo, expulsaría a millones de personas de su país, y privaría de sus derechos a todas las que se opongan a su voluntad o simplemente no estén de acuerdo con él. Como vemos, es peligroso para el bienestar general que una sola persona, o unas cuantas, discutan y elaboren las leyes, porque se corre el riesgo de que la gran mayoría de las personas se vean perjudicadas injusta e innecesariamente.

Precisamente porque las leyes deben servir para favorecer el bien común es que en todo el mundo los órganos legislativos se integran con muchas personas, así pueden recoger la mayor cantidad de puntos de vista posible. En otras palabras, quienes integran el Poder Legislativo no solo son representantes del pueblo, sino que deben ser representativos del mismo.

En el caso mexicano contamos con diputados uninominales que vienen de todas partes del país, y representan la enorme diversidad de nuestra geografía, con todas sus particularidades. Pero también tenemos a diputados plurinominales, que en principio representan la gran diversidad de ideas y de oficios que conforman nuestro país, más allá de su ubicación geográfica. Además, los plurinominales permiten que se representen proporcionalmente las preferencias partidistas de la sociedad. Sin plurinominales solo estarían representadas en el Legislativo dos o tres visiones de la política, y se negaría en los hechos la existencia de muchas minorías.

La diversidad de puntos de vista es una riqueza cuando se trata de resolver problemas tan complejos como los que afectan a nuestra sociedad. Las leyes no serían las mismas si solo se tomaran en cuenta las necesidades de los citadinos, o solo las de las personas que viven en el medio rural; por eso las leyes deben ser discutidas y elaboradas por personas que tengan presentes las necesidades de cada sector, incluyendo los asuntos técnicos que involucra la gestión de los problemas sociales, pues de esa manera se asegura que la ley sea lo más útil posible, al mismo tiempo que se protegen los derechos de todas las personas.

Entonces, ¿sobran los diputados plurinominales? En principio no, porque usualmente son personas con un perfil académico más desarrollado que el de los diputados uninominales. De hecho, de acuerdo con los resultados del análisis de la calidad de las iniciativas de ley presentadas en la LX Legislatura de Jalisco, llevado a cabo por el Observatorio Legislativo del ITESO, los nueve diputados que mejor se desempeñaron en la elaboración de iniciativas de ley fueron plurinominales, mientras que los siete que tuvieron un peor desempeño en ese aspecto fueron uninominales.

Este ejercicio nos lleva a cuestionar cuál podría ser el resultado de reducir el número de plurinominales. De entrada es probable que reducirlo disminuya la capacidad del Poder Legislativo de dar seguimiento a asuntos que requieren de un cierto grado de profesionalización o especialización, lo que le daría lugar a que el Legislativo tenga menos capacidad para supervisar el trabajo que hace el Ejecutivo, y por lo tanto que haya una menor posibilidad de que rinda cuentas.

Claro que la mayor capacidad técnica no implica mayor disposición para ejercitarla. Estoy de acuerdo con que hay muchos diputados que en realidad solo quieren aprovecharse del cargo para sus propios intereses o los de su partido, y por eso es tan importante que ahora que existe la posibilidad de la reelección los ciudadanos evaluemos el desempeño de cada integrante del Poder Legislativo para decidir a quién otorgarle nuestro voto y a quién no.

Adicionalmente es necesario que presionemos para que se modifique de nuevo la ley, de manera que los votantes determinen quien ocupará el cargo de plurinominal, en vez de que sean los presidentes de los partidos como ocurre actualmente. Cambiar esto ayudaría a que no sean plurinominales quienes no tienen méritos suficientes para ello, a juicio del electorado.

En general, parece ser que un Legislativo integrado por el mismo número de plurinominales que uninominales suele tener un ejercicio más equilibrado, así que si se quiere ahorrar presupuesto Legislativo sería mejor reducir el número de diputados de distrito, y discutir públicamente sus salarios y prestaciones.

Alberto Bayardo protagoras_xxi@yahoo.com.mx @albayardo

Académico del Iteso, coordina el Observatorio legislativo del ITESO.