La CDMX huele a caca: León Larregui y Eduardo Lizalde opinan lo mismo
El polémico cantante León Larregui alzó la voz para decir algo que todos sabemos pero que públicamente es mejor no confesar: la Ciudad de México huele a caca. Así lo expresó el cantante el pasado jueves 29 de diciembre a través de su cuenta de twitter.
Antes al aterrizar a la ciudad de Mexico uno reconocia el particular olor, distintivo de esta ciudad… ahora todo huele a caca ?
— Leon Larregui (@LeonBenLarregui) 29 de diciembre de 2016
Después de emitir el mensaje el músico fue duramente criticado por su comentario. Muchas personas interpretaron el cometario metafóricamente, relacionándolo con la corrupción, la violencia, la desorganización y el caos que prevalecen en esta ciudad. Por supuesto, otros tomamos el comentario de manera literal. Sin embargo, en este espacio dicha opinión será tomada de manera poética.
León Larregui no es el único artista que opina lo mismo, el poeta Eduardo Lizalde ha escrito un contundente libro llamado Tercera Tenochtitlán en donde se pueden leer poemas que hablan de la CDMX desde un punto de vista poco agradable. A continuación reproducimos un fragmento que concuerda completamente con la opinión del cantante.
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El negro sol trajimos a estas soledades
Sobre el pardo Churriguera el cartesiano Tolsá
la más sinuosa hemos construido
y fétida y gandalla de las vastas colmenas
la cloaca madre
—nos maldijo Tomson el aventurero
cuatro siglos atrás
será algún día la más poblada de las urbes
carnaza chicharrón se hizo su lengua—
y en mil años en dos mil
no ha habido en ningún mundo una pocilga
para peores puercos
una cueva de luz más degradada
un aire más infecto y aceitoso
habitado paraíso de carnales desechos
en cuyas calles ciegas y dédalos hirvientes
secos y sucios como mala prosa
Escucha nuestro podcast
escupen al entrar las ratas
Hemos construido escombros altaneros
sótanos no casas que son gibas dromedarias
de la superficie
cordilleras de sarro y de limalla
ejércitos de perros asesinos y desleales
Y esta ruina que impone y que deslumbra
de música apagada y contrahecha
quiere ser arrasada salvaje y limpiamente
llevada al sacrificio sajada como acémila
que ha sufrido un daño corporal irreparable
como lo fue Corinto la dos veces marina
injustamente Rodas la clara
que otros cantaron como silban esta antes
lacustre