Un loco a cargo del manicomio*
En los párrafos siguientes pretendo reconstruir con los datos existentes** la manera en que Trump se impuso electoralmente, así como explicar las coaliciones de fuerzas que se están perfilando en EUA. Quienes salieron a votar masivamente por Trump fueron los blancos sin educación universitaria y sin preparatoria. Este sector es de gran importancia en las elecciones de Estados Unidos, ya que representa el 57% del padrón electoral -40% son hombres y 17% son mujeres-. Entre esos votantes Donald Trump obtuvo un margen de 67% frente al 28% de Clinton, mientras que las mujeres blancas sin educación universitaria también le dieron una ventaja notable a Trump, con 62% frente a 34% de su opositora. Un golpe importante para Hillary Clinton fue que Trump obtuvo la victoria -aunque por un pequeño margen de 4 puntos- también entre la población blanca con estudios universitarios: esto permitió que el candidato republicano obtuviera la mayoría de los votos provenientes del grupo poblacional más grande de los Estados Unidos.
Otro factor clave para comprender la victoria de Trump es que las minorías no votaron lo suficiente por Hillary Clinton. Si bien el voto negro favoreció a la demócrata con un 88%, no hay que olvidar que en 2012 Obama obtuvo el 93% de este voto. Mas sorprendente aún es el voto latino, en donde Clinton obtuvo el 65% frente a un sólido 29% para Trump. Si comparamos el voto latino a Obama en 2012, donde el 71% votaron a su favor, Hillary tuvo una disminución importante en el apoyo de los votantes de ambos grupos. Durante toda la campaña presidencial se mencionó que Clinton no tenía un apoyo considerable de los “millenials”. Esta predicción parece no haberse equivocado del todo, ya que aunque Hillary ganó entre los jóvenes ante Trump por 54%, Obama había obtenido en 2012 el 60% del voto de personas entre 18 y 29 años.
*Tomo prestado de John Carlin (el Pais, 9-11) la frase que encabeza esta nota. El presente texto es parte de un artículo extenso de próxima publicación. **Parto de los datos utilizados por John Cassidy en el New Yorker del 9-11 (ver aquÏ) basado en la encuestas de salida de CNN.