4 acontecimientos políticos que han marcado los Juegos Olímpicos

Este año, las olimpiadas llegaron a Río de Janeiro acompañadas de una coyuntura política importante en el país y el mundo entero Por un lado el drama que florece con el impeachment de la presidenta Dilma Rousseff y por otro, la crisis migratoria por la que atraviesa el continente europeo

Y es que lo que debiera ser una muestra de la unidad humana se convierte en un espejo que refleja nuestra organización mundial política actual. Al final resulta que no estamos tan cerca de cumplir la meta del ideal olímpico, todavía falta mucho que hacer para poder gozar de una paz a nivel mundial que nos permita disfrutar de unos juegos olímpicos sin recordarnos la realidad distópica en la que nos encontramos. Pues resulta que mientras algunos compiten por sus sueños a base de esfuerzo y dedicación, otros los ven perdidos por situaciones políticas. Ese es precisamente el motivo de esta nota, estos son 4 momentos en los que los sueños de las personas se vieron alterados por situaciones macropolíticas en los juegos olímpicos

Masacre de Tlatelolco (Juegos Olímpicos de 1968)

Este es un episodio que se ha hecho obligado de revisar en la historia de México, y de las olimpiadas, para levantar la pregunta de cuál es el precio en vidas humanas que tiene que pagar un país para poder celebrar la justa deportiva más importante del mundo.

Era octubre de 1968 y las protestas estudiantiles estaban en su parte más álgida cuando el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz decidió acabar con ellas desatando una masacre en “nombre de la paz” que terminó con la vida de más de 250 personas el 2 de Octubre, en la plaza de de las tres culturas en Tlatelolco, diez días antes de la celebración de la ceremonia de apertura de los juegos.

Black power (Juegos Olímpicos de México. 1968)

Nuevamente, en las mismas olimpiadas que terminaron con la muerte de los estudiantes en Tlatelolco, las expresiones de orgullo racial se hicieron notar causando polémica. Tommie Smith y John Carlos levantaron sus puños en alto en el podio de ganadores de los 200 metros planos varoníl a favor de la lucha por los derechos humanos y en contra a la discriminación de las personas afroamericanas. La situación causó reacciones de todas posturas ya que el tema estaba en boga al ser contemporánea la lucha contra el apartheid y la discriminación racial en E.U.A.

Al percibir las críticas y sanciones del comité olímpico por haber introducido un tema político a las olimpiadas, Smith comentó “”Si gano, soy americano, no afroamericano. Pero si hago algo malo, entonces se dice que soy un negro. Somos negros y estamos orgullosos de serlo. La América negra entenderá lo que hicimos esta noche”

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Masacre en Munich (Juegos Olímpicos en Alemania. 1972)

Tan solo una olimpiada después de lo ocurrido en el 68, los deportes se volvieron a manchar de sangre. Esta vez los muertos fueron 18.

Israel mantenía presos a 234 palestinos y la organización Septiembre negro demandaba su liberación. La situación política había llevado la guerra a la villa olímpica y los miembros de la organización palestina secuestraron a 11 atletas israelís para hacer notar la situación que se vivía en su país y pedir la liberación de sus compatriotas. pero todo terminó en un fatídico desenlace. El gobierno israelí negó la negociación y en la mañana del 6 de septiembre de 1972, los atletas ya habían sido ejecutados.

Los refugiados en las olimpiadas (Juegos Olímpicos en Brasil. 2016)

Las olimpiadas de Río de Janeiro están recién iniciadas y los tintes políticos ya se han asomado a pesar de que algunos quieran negarlo. Esta vez la historia no termina en muerte, si no en vida y en una historia inconclusa pero esperanzadora.

La crisis en medio Oriente y África ha arrojado fuera de sus países en busca no sólo de una mejor calidad de vida si no incluso una esperanza de ésta, a miles de personas. Los conflictos debidos ya sea a la religión o por interese económicos dejan pocas esperanzas al panorama deportivo. Pero en esta ocasión se logra ver un atisbo de luz entre la negrura ocasionada por la guerra y el despojo ya que éste año 10 atletas refugiados, provenientes de Siria, Sudán del Sur, Etiopía y República democrática del Congo participaran a las olimpiadas en busca del sueño que los intereses económicos de las grandes empresas y de los dueños de los recursos quisieron arrebatarles. La historia de cada uno es particular y muestra cómo se saca un buen resultado de las crisis más pesimistas. La política que influye donde menos se la espera, al igual que la perseverancia.

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