El Plan de Desarrollo de Nuevo León 2016-2021

Desde el Plan Global de Desarrollo que se generó a nivel federal en el año de 1980, y con el Plan Nacional de Desarrollo de 1982, nuestro país asumió una nueva forma de administrar lo público. La Ley de Planeación federal establece el carácter social y público que tiene esta tarea para lograr que los objetivos nacionales establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se cumplan. Por su parte, existe la Ley de Planeación Estratégica del Estado de Nuevo León, que para algunos ya en su propio título lleva una redundancia pues la propia historia de la planeación en cualquier ámbito hace difícil pensar que pudiera ser no estratégica. En suma el Gobierno recién cumplió con la obligación de decir a los ciudadanos por escrito cómo va a organizar el gobierno y con qué fines, y a la vez planteó una serie de estrategias, ejes transversales y principios para lograrlo. Habrá de verse si esta planeación ha sido acertada y si el gobierno del estado la tendrá como referente de trabajo sistemático en su ruta de viaje al 2021.

El Plan Estatal de Desarrollo 2016-2021 lo construyó el Gobierno del Estado de Nuevo León desde el discurso de hacer las cosas diferentes, en esa tónica la Coordinación Ejecutiva de la Administración Pública organizó trabajos entre secretarías y académicos para deliberar las estrategias de gobierno. El Plan parte de un diagnóstico sobre las condiciones de Nuevo León y desde las cuales se generaron las propuestas, valga decirlo de para qué y cómo trabajar los próximos años.

En el apartado: Gobierno ciudadano. Gobierno centrado en las personas. El Ejecutivo Estatal presenta este diagnóstico que indica una caída en la competitividad y deterioro en la calidad de vida de la ciudadanía que habita en este territorio, básicamente plantea que a pesar de que Nuevo León presenta un crecimiento económico anual sostenido de 4.4% también, al mismo tiempo, de acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad entre 2010 y 2014 cayó del segundo al cuarto lugar entre los estados más competitivos. Además dicen los datos del CONEVAL un aproximado del 40% de la población neoleonesa vive en algún grado de pobreza (esto es 1.3% en pobreza extrema, 20.4% pobreza y 19% en pobreza moderada). Sin duda los datos son preocupantes, aunque también debe decirse que es una de las entidades del país con menores porcentajes de pobreza extrema, resaltan estos niveles de pobreza cuando la entidad se caracteriza por su constante crecimiento, generación de empleos y una cultura de trabajo y emprendedora.

Bajo estos primeros datos el Plan Estatal de Desarrollo consideran cinco problemas estructurales en Nuevo León:

1. Inequidad en la distribución de recursos federales;

2. Alta carga educativa;

3. Aportaciones extraordinarias y crecientes al sistema de pensiones;

4. Incremento sustancial en los rubros de seguridad pública, procuración e impartición de justicia;

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5. Endeudamiento y presiones macroeconómicas.

En suma, Nuevo León presenta problemas que corresponden a diferentes niveles de desarrollo y de generación de políticas públicas, en los extremos la pobreza y el creciente costo de la seguridad social, y en el centro la necesidad de mayores recursos fiscales al seno de la estructura de coordinación fiscal con la federación. En otras palabras, los recursos para pagar las pensiones crecen cada año, las fuentes de ingresos crecen en menor proporción y la entidad debe dinero.

Por ello el Gobierno del estado plantea la necesidad de trabajar en mejorar la flexibilidad financiera, reforzar acciones en materia recaudatoria e implementar las medidas del Plan de Ahorro y Austeridad; otra vez en lenguaje llano, buscará de dónde obtener más recursos, y ahorrar dinero en lo que gasta, lo de la flexibilidad financiera estar por ver de qué se trata exactamente.

El Gobierno del estado dice que sus seis prioridades para esta administración son las siguientes:

1) Gobierno ciudadano. Bajo este título, las decisiones y acciones dice que se caracterizarán por ser transparentes, eficientes y apegadas a la ley;

2) Reconstrucción del tejido social para erradicar la pobreza;

3) Movilidad y transporte para reducir el tiempo y costo de traslado de los ciudadanos;

4) Combate a la corrupción y a la impunidad;

5) Seguridad para vivir con tranquilidad; y

6) Infraestructura para el desarrollo.

Bajo estos seis grandes ejes el Plan presenta un capítulo por ámbito de acción. Llama la atención que si por una parte el gobierno asienta o corrobora que no tiene dinero quizá debió realizar un séptimo capítulo para explicar dentro de la planeación del desarrollo de dónde lo va a obtener, toda vez que el combate a la pobreza, la seguridad pública y la infraestructura requieren una inversión pública mayor, sistemática y predecible.

Del mismo modo el gobierno estatal fijó tres temas estratégicos estructurados de forma transversal para implementar todas las políticas públicas. Estos temas transversales son: 1) Respeto y ejercicio de los derechos humanos, 2) Igualdad de género y 3) Participación ciudadana. Los tres son redundantes de lo que ya establecen nuestras leyes, sin embargo, de los tres, el de equidad de género debe ser un principio de acción de los tres Poderes del estado, y en ello habría de realizarse una planeación común clara y concreta de qué se va a hacer para asegurar la equidad de género. Los siguientes capítulos articulan la que se denomina una perspectiva transversal y responden a las prioridades del gobierno de la siguiente manera.

1. Gobierno eficaz y transparente. El Ejecutivo dice que se implementará un gobierno honesto, responsable y transparente reconocido por su alto desempeño y orientado a servir y rendir cuentas a una ciudadanía que actúa y que tiene capacidad de involucrarse en los asuntos públicos y ello se convierte en la principal prioridad del Estado. Por ello, se articulará un gobierno con participación ciudadana, uso de recursos eficientes y que combata a la corrupción, que sea cercano, transparente y eficiente apegado a derecho y que combata la corrupción. Para lograrlo estableció cinco objetivos y 19 estrategias.

2. Economía incluyente. Aquí se plantea generar en los habitantes del estado una mejoría en la calidad de vida a partir de la erradicación de la pobreza y la creación de empleos formables bien remunerados, formación de personal y desarrollo de las mipymes Para ello dice que implementará nueve objetivos y 18 estrategias.

3. Desarrollo social y humano. Se pone al centro de las acciones de gobierno poder reconstruir el tejido social para erradicar la pobreza para que cada habitante del estado tenga la oportunidad de vivir y desarrollarse al máximo de su potencial. Por ello se garantizará el desarrollo y bienestar social para toda la población, y se incrementará la calidad. Aquí crecieron los objetivos para llegar a once y las estrategias nada más suman 33, casi un Plan como el de los objetivos de las Metas del Milenio de la ONU pero a vistas claras más ambicioso.

4. Desarrollo sustentable. Dicen los planeadores del gobierno del estado que este rubro se traduce en políticas públicas que procuren el bienestar de las personas, fomenten crecimiento económico con consumo responsable de recursos, conservación de ecosistemas y protección al medio ambiente. Las dimensiones en que se va a enfocar este rubro es el económico, social, política pública y recursos naturales y tecnológica y del conocimiento. En este caso, el gobierno no se queda corto y se lanza con 14 objetivos y 24 estrategias para realizar esta planeación.

5. Seguridad y justicia. Aquí el gobierno señala que su propuesta incluye mayores niveles de seguridad y justicia, más orden y tranquilidad social; que combatir el delito y crimen organizado es una de sus prioridades. Y establece como ejes tanto la prevención como la reacción, poder evitar la violencia y la ilegalidad al mismo tiempo que actuar oportunamente en situaciones emergentes. Para este fin presentó seis objetivos con nueve estrategias.

Un análisis general del diagnóstico, objetivos, estrategias y ejes transversales muestra primero un tipo de planeación singular que en el argot se denomina precisamente estratégica, valga decirlo porque habla de estrategias para lograr objetivos puntuales. Habría de señalarse que una o dos estrategias para lograr un objetivo serían suficientes, y en ese marco lo que se requiere es precisar los programas y líneas de acción con que se van a realizar. Segundo, es sustancial señalar que si Nuevo León se propusiera recuperar su papel como una potencia regional con este Plan nada más no lo lograría, toda vez que el Plan esta limitado a la administración estatal, a resolver lo inmediato y a buscar recursos para lo social y la infraestructura, empero carece de una proyección de mayor calado, una orientación hacia lo internacional y hacia una visión de lo global. Tercero habría de verse si el planteamiento general del Plan podrá enriquecerse en el futuro con Planes de Trabajo en las instituciones que sean capaces de decir exactamente qué si van a hacer, porque si el Plan Estatal de Desarrollo establece lineamientos, este fue más allá, y si de lo que se trataba era de decir cómo hacer cada cosa, pues llanamente no se logró. Cuarto, lo complicado de este tipo de planeación llamada estratégica es que cuando se queda en el plano indicativo corre el riesgo de procesarse a sí misma como narrativa y no cómo ruta de trabajo para las instituciones. Queda ahí la propuesta del Gobierno de Nuevo León que bajo una intención clara de involucrar a la ciudadanía quizá debió considerar con mayor énfasis que todo gobierno precisa la colaboración de los Poderes Legislativo y Judicial, la participación de los partidos y las organizaciones políticas, y una lógica específica de relación o trato con la federación.