Nuit Debout: Convertir Place de la Rèpublique en el ágora mundial

Por Rossana Reguillo y Tercera Vía (1 de 3 entregas)

“El edificio es un símbolo. El acto de destruirlo también. El pueblo da poder a los símbolos. Solo, un símbolo no significa nada, pero con bastante gente volar un edificio puede cambiar el mundo”.

– V de Vendetta

Desde luego aquí no hablamos de volar plazas, ni de estallar edificios, sino de ocuparlas. Pero la frase pronunciada por el protagonista de V, contiene claves precisas para entender la importancia del lugar. Podríamos entonces re-escribir la frase: las plazas son un símbolo, el acto de ocuparlas, también. Sola, la plaza no significa nada, pero con bastante gente, ocupar una plaza puede cambiar el mundo…

¿Ocupar una plaza puede cambiar el mundo?

De eso están convencidas las miles de personas que participan desde el pasado 31 de marzo, en la Plaza de la República en Paris. El movimiento conocido como #NuitDebout -en español #NocheEnPie- se ha valido de estos hashtags para articular una gigantesca red de comunidades insurrectas, ganando vigor y visibilidad cada día.

A 25 días de iniciada la movilización y con respecto a las “primaveras” que han venido estallando en el mundo desde 2010, #NuitDebout comporta algunas novedades. Hay una que nos llama la atención por su potencia simbólico-política: la reinvención del calendario, es decir el manejo de la temporalidad. Una de las obsesiones de los poderes, de los estados, de las fuerzas policiacas, es controlar el tiempo. El tiempo de la protesta es un “bien” en disputa. Para las fuerzas del orden acortar el tiempo de la protesta, marcar el ritmo, anunciar el final de una movilización resultan acciones cruciales; para el movimiento, la posibilidad de pautar su propio ritmo, de darse el tiempo para conversar, pensar, acordar, es fundamental.

En el caso de #NuitDebout, la inteligencia colectiva ha encontrado la manera de escabullirse a estos controles: la extensión indefinida del mes de marzo. Así el día siguiente de iniciada la ocupación de la plaza, se convirtió en el #32deMarzo y contando cada día, hoy hemos llegado al  #55deMarzo. Esta interesante apropiación del tiempo recuerda el gesto de la Revolución Francesa, cuando la Convención Nacional instaló el calendario republicano con el objetivo de eliminar las referencias religiosas: Nuit Debout habría nacido en la estación primavera del mes “germinal”, pero en este caso, se busca llegar en pleno vigor -por lo menos- al #76demarzo, es decir al 15 de Mayo, día en el que la insurrección española conocida como el #15M celebra su quinto aniversario. La convocatoria para enlazar las luchas crece, aparecen como señales del malestar colectivo “noches en pie” en distintas ciudades europeas, en Canadá, en Estados Unidos, en Colombia. El #75deMarzo es un llamado a la globalización de la protesta, con el tercer hashtag #GlobalDebout que ha crecido vertiginosamente en las redes.

Otra dimensión clave en las novedades que trae consigo la noche en pie francesa es la ocupación de la plaza sin acampar. Estructuras efímeras se levantan por la tarde: jardines para hidroponia, cocina, biblioteca, una “copioteca” para tomar y dejar materiales, talleres para niñas y niños, enfermería, una carpa improvisada para la “Comisión de Serenidad” tan fundamental para la faena de hacer visible el fracaso de las políticas neoliberales. Pero no hay una sola tienda de campaña para pasar la noche. Esto sin duda, es clave, el desgaste que supone la “acampada” es enorme y el impacto de los desalojos terrible, como en el caso del 15M español y Occupy Wall Street (volveremos sobre esto en próximas entregas).

Las posibilidades que ofrece Telegram en cuanto a seguridad y “super grupos” son importantes para la organización y discusión en #NuitDebout

Lo efímero de la infraestructura no debe confundirse con ausencia de conflictos con las autoridades, ni con falta de claridad con respecto a la importancia del lugar, los movilizados en Rèpublique saben muy bien que en la medida en que conserven sus posiciones en la plaza, el movimiento crece y avanza, lo mismo en otras ciudades como Toulouse y Nantes, que han sido claves hasta el momento.

Y, finalmente, en lo que toca a dimensiones novedosas, encontramos el uso de Telegram;  y acudimos aquí a la “tecnopolítica” que entendemos con Toret y los colegas del grupo de Redes, Movimientos y Tecnopolítica de la Universidad Abierta de Cataluña, como el:  

“Uso táctico y estratégico de las herramientas digitales para la organización, comunicación y acción colectiva. La capacidad de la multitudes conectadas, de los cerebros y cuerpos en red para crear y automodular la acción colectiva”. 

La posibilidad que ofrece hoy Telegram, en términos de seguridad y conectividad son enormes, lo que ha sido aprovechado por #NuitDebout y #GlobalDebout para utilizar la opción de “super grupos” que permiten la participación de muchas personas conectadas a la discusión, para impulsar acciones, discutir, organizar y activar alertas en caso necesario. Si por un lado, la vigilancia, la creación de programas y dispositivos espías para frenar la acción colectiva y someter a las personas a constante vigilancia han crecido, también lo ha hecho la contra-tecnología, es decir, la creación de espacios, modos, dispositivos que potencian la acción colectiva.

La Noche en Pie crece, aprende rápido y se enfrenta a varias disyuntivas: encontrar sus tonalidades, incluir a los habitantes de la periferia -como ha venido ocurriendo-, desmarcarse de los partidos, mirar más allá del Atlántico, prolongar ese marzo que es oportunidad para encontrarnos y mirarnos a los ojos, evitar el secuestro de su iniciativa por lo que ellas y ellos denominan “los históricos”, es decir, esos nodos políticos que intentan -como pasó con #YoSoy132 en México- definir un camino y una manera “correcta”, única vía legítima para enfrentar a los poderes,

El sociólogo Geoffrey Pleyers ha dicho que “La “Noche de Pie” toma prestados los códigos y una buena parte de su visión del mundo, pero el movimiento deberá también encontrar su propia voz en dos registros: respecto a un contexto político marcado por una estrategia de seguridad de blindaje y el aumento de las ideas y partidos de extrema derecha, así como en lo tocante a que este movimiento es parte de los “movimientos de 2011”.

Nosotros quisiéramos proponer -siguiendo la idea de “código abierto”- que #NuitDebout no toma prestados los códigos, si no que los reescribe.

Algunas claves para entender y preguntar:

En la emergencia de Nuit Debou está la nueva reforma laboral promovida por el Presidente de Francia, Francois Hollande, que busca flexibilizar la regulación del trabajo. Con estos cambios se pretende reducir una tasa de desempleo del 10% que aqueja al país galo. Sin embargo, es un hecho que se perderían muchos de los derechos laborales de los trabajadores franceses:

• Facilita la contratación y el despido, dando “garantías” a las compañías para, supuestamente, incentivar el empleo.
• Una de los temas más controversiales es el aumento de las horas de trabajo. Mientras que la actual legislación francesa indica que los trabajadores deben cubrir un máximo de 35 horas a la semana, con la nueva reforma el tiempo laboral aumentaría a 48 horas.
• Los sindicatos se verán afectados si la nueva ley laboral entra en vigor, ya que las compañías podrían contratar a sus empleados sin la necesidad de tenerlos como intermediarios, lo que reduciría el número de trabajadores agremiados.
• A pesar del rechazo de gran parte de la sociedad francesa hacia este proyecto de ley, el Presidente Francois Hollande aseguró que no dará un paso atrás y buscará la implementación de la reforma, pues de no reducir los niveles de desempleo en Francia, no buscará su reelección presidencial para el año próximo.

Es en ese contexto que es posible explicar el impacto que tuvo para activar la movilización, el video de un grupo de youtubers a propósito de la reforma laboral

Vale recordar que Francia es muy diversa. De acuerdo con el último censo de población -realizado en 2014- en el país habitan poco más de sesenta y tres millones de personas. Los datos del gobierno francés establecen que 85% de sus habitantes son blancos o de origen europeo, 10% del norte de áfrica, 3.5% latinos y 1.5%  asiáticos.  En 2010, el 27% de los franceses que vivían en la capital y en los suburbios de París tenían al menos un padre extranjero. Esta diversidad poblacional se debe al alto número de migrantes: el último censo indica que residen en Francia más de 11 millones, lo que representa el 19% de la población.

Las minorías en Francia viven en condiciones de marginalidad y pobreza. Gran parte de la población migrante habita en unidades familiares subsidiadas por el gobierno, llamadas banlieues. Es el caso de 17.6% de los franceses blancos, 50% del total de los migrantes del norte de áfrica, 37% de quienes provienen de otras naciones africanas y 36% de los migrantes de origen turco. Dentro de estas unidades habitacionales, la mayoría de su población vive bajo condiciones de desempleo y pobreza. Según datos del gobierno francés, la gente desempleada de los banlieues alcanza en algunas zonas hasta el 50%. Un caso ejemplar del ambiente en el que viven las minorías en Francia es el Departamento 93 (Suburbio del norte de París en Seine-Saint-Denis). En este lugar hay alrededor de medio millón de extranjeros, de los cuales el 27.8% vive por debajo de la línea de pobreza. Un quinto de esta población no tiene acceso a agua caliente y un cuarto de las habitaciones no tienen baño propio.

Frente a este panorama se abre una pregunta necesaria: el contexto mexicano está agravado por las violencias y la corrupción. Nos preguntamos: ¿El próximo 11 de Mayo, cuando #YoSoy132 llega al cuarto aniversario de su irrupción, habrá guiños y movilizaciones para levantar una Noche en Pie mexicana?

Un especial de Tercera Vía
Ilustración original: Jonathan Gil
Diseño web: Francisco Trejo