¿La recaudación fiscal como palanca de desarrollo?

Uno de los debates que más se han dado en los últimos años es el de las diferencias que existen entre los países desarrollados y subdesarrollados. Esta discusión tiene como principal propósito identificar los elementos o variables que hacen que un país crezca y se desarrolle para poder crear fórmulas que permitan que países en condiciones desfavorables puedan garantizar una mejor calidad de vida a sus habitantes. Sin embargo, intentar recrear modelos de desarrollo puede ser peligroso si no se toman en cuenta las particularidades de cada sociedad y la interdependencia de las mismas variables de desarrollo.

Una de las variables que más caracteriza a los Estados desarrollados es su alta capacidad de recaudación fiscal. Por ejemplo, los impuestos en países como Dinamarca, Bélgica, Francia y Finlandia representan más del 40% del Producto Interno Bruto (PIB) de acuerdo con datos recientes de la Organización para el Crecimiento y el Desarrollo Económico (OCDE). Al respecto, México queda como el país miembro de la organización con la menor capacidad recaudatoria al representar menos del 20% del PIB. Otras sociedades desarrolladas como la noruega, la alemana o la holandesa también tienen una recaudación fiscal por arriba del promedio de la OCDE donde sus impuestos conforman más del 35% de los ingresos del Estado.

La distribución en la recaudación fiscal tiene una clara tendencia en la mayoría de los países miembros de la OCDE. Con base en el estudio Taxing Wages 2015, la mayoría de los países obtienen sus recursos fiscales a través del impuesto al ingreso y la contribución a la seguridad social por parte del empleador. En países como Bélgica, Francia, España, Finlandia o Suecia es la aportación patronal la mayor fuente de recursos fiscales del Estado.  En el otro lado, Islandia, Dinamarca, Australia o Nueva Zelanda recaudan la mayor cantidad de impuestos a través del ingreso. En el caso mexicano, los recursos fiscales se distribuyen de manera casi equitativa entre las aportaciones patronales al seguro social y el impuesto al ingreso. Sin embargo cada uno representa menos del 10% del costo laboral total.

Una característica que tienen todos los países con altos niveles de recaudación fiscal es el alto nivel de desarrollo humano de sus sociedades. De acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano realizado por el Programa para el Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD), Dinamarca, Bélgica, Francia, Finlandia, Noruega, etc, forman parte de las 20 sociedades más desarrolladas del mundo. Por otra parte, México no solamente se encuentra en un nivel medio de desarrollo humano de acuerdo con el PNUD sino que también tiene al 48% de la población viviendo en alguna condición de pobreza de acuerdo con el reporte 2015 sobre la pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

A simple vista podría verse que una condición para que México alcance altos niveles de desarrollo es necesario que el Estado aumente la recaudación fiscal. A pesar de la reforma fiscal aprobada en 2013 que aumento el gravamen, el porcentaje que representan los impuestos en el ingreso total del Estado sigue siendo muy bajo. Sin embargo, para poder llegar a niveles de desarrollo como Bélgica, Noruega o Finlandia deben darse otros pasos antes de hablar de un aumento en los impuestos. Por ejemplo, dos variables que caracterizan a estos países son sus buenos salarios y la baja corrupción de sus instituciones.

En primer lugar, para poder recaudar más impuestos la población debe tener mayores ingresos. De acuerdo con un estudio realizado por la OCDE, países como Alemania, Nueva Zelanda, Holanda, Bélgica o Francia tienen un salario mínimo de más de 7 dólares al día. Por el contrario, los trabajadores mexicanos perciben diariamente menos de 5 dólares. En segundo lugar, una condición indispensable para aumentar la recaudación fiscal es la transparencia de las instituciones gubernamentales. De acuerdo con el Índice de Corrupción 2015 elaborado por Transparencia Internacional, Bélgica, Dinamarca, Alemania u Holanda se encuentran dentro de los 10 países menos corruptos del mundo mientras que México ocupa el lugar número 95 del índice, convirtiéndose en uno de los países más corruptos tanto de la OCDE como de América Latina.

No existe una fórmula mágica para alcanzar altos niveles de desarrollo. Existen varios elementos que permiten explicar el alto nivel de crecimiento de países Europeos como la alta inversión en educación o tecnología hasta la historia de colonización o explotación sobre países subdesarrollados por gran parte del siglo XIX y XX. Sin embargo, también es cierto que estos países que cuentan con características de gobierno como la transparencia o el alto nivel de recaudación fiscal que permiten que sus sociedades vivan con altos estándares de vida. En el caso mexicano es indispensable que se debatan y se tomen en cuenta estas variables para que sean estudiadas analizadas y puedan implementarse en nuestro país-de acuerdo a nuestras necesidades y características internas-para el mejoramiento de la calidad de vida de nuestra sociedad.

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