Legalicemos la marihuana para consumirla menos

Hoy se llevará acabo la discusión sobre la legalización de la marihuana que quedó pendiente la semana pasada en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Durante los últimos meses, gracias a la difusión sobre este tema en los medios de comunicación, miles de personas han cambiado su parecer hacia la legalización de la droga. De acuerdo con la casa encuestadora Parametría, en Octubre de 2015 un 20% de los mexicanos se pronunció a favor de la legalización del cannabis. Estos puntos ya alcanzan números similares a los de Estados Unidos, país que ya ha comenzado a legalizar el uso recreativo de esta planta.

Al parecer dentro de la comentocracia mexicana se ha llegado a un acuerdo de hacer un frente común hacia la legalización de la marihuana, varios personajes se han postulado en contra de la continuidad de políticas prohibicionistas . Sin embargo, muchos de ellos resaltan el grave problema de salud que llevaría la legalización. A pesar de que se ha demostrado que fumar esta planta no conlleva problemas de salud más graves de los que trae el consumo de tabaco, alcohol y hasta la comida chatarra, la incertidumbre sobre los resultados de una posible legalización  siguen permeando el debate.

Es verdad que hacen falta mayores estudios médicos que puedan verdaderamente clarificar las dudas sobre las consecuencias y beneficios de fumar marihuana. Hasta la fecha solo sabemos que su uso constante no causa la muerte como otras drogas pero fumar si puede causar cierto aletargamiento de la mente y el pensar. Otorgándole el beneficio de la duda a los pocos estudios realizados sobre la marihuana, esto no tendría que significar que la legalización conllevaría  un problema de salud mayúsculo.

La legalización de un producto o substancia no necesariamente conlleva  un aumento importante en su consumo. En Uruguay, el consumo de cannabis de los jóvenes posterior a la legalización pasó de 12% a 17% en un año. Sin embargo, esto no quiere decir que el 17% son consumidores constantes sino que al menos la probaron alguna vez en 2014. Si bien la legalización representó un aumento en el consumo, su uso no representa una amenaza a la salud pública como lo son otro tipo de substancias. En ese mismo año el consumo de alcohol en jóvenes era del 38% de la población.

En el caso de Estados Unidos, el consumo de marihuana en el estado de Colorado después de haber sido legalizado paso de 10.4% en 2011 a 12.7% en 2013. Estas cifras representan un aumento en el consumo pequeño a diferencia de muchos de los temores creados alrededor de la legalización. En el caso de México, en nuestro país el consumo de esta droga representa al  2.2% de la población total. A pesar de que se legalizara la marihuana, nuestro incremento en el consumo estaría aún muy lejos de países como Uruguay o Estados Unidos.

Otro mito importante que rodea el debate sobre la legalización es que una vez abierta las puertas para su uso, su consumo no podrá ser revertido. Es decir, la legalización no disminuye el consumo de una substancia, solo lo aumenta. No obstante a esta lógica, la experiencia sobre drogas legales como el tabaco  demuestran que a pesar de que su consumo es permitido, el consumo de esta substancia ha disminuido con el tiempo. Por ejemplo, Estados Unidos ha reducido considerablemente el uso de tabaco al paso de los años. Mientras que en 1965 el 45% de los adultos del país del norte consumían tabaco, para 2011 el número de consumidores bajo al 19%. Esta disminución en el consumo de una droga legal puede darse a través de la regulación del Estado en la marihuana. Si ponemos de ejemplo de nueva cuenta al tabaco, el Sudáfrica los altos impuestos a los cigarrillos han logrado disminuir su consumo

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La legalización de la marihuana no conlleva necesariamente un aumento importante en su consumo ni tampoco representa la imposibilidad de disminuir su uso en la sociedad. Estar a favor de la legalización no significa que uno quiera consumirla, como estar a favor del matrimonio del mismo sexo no hace homosexual a una persona. Por lo tanto, que el 20% de la poblción quiera legalizar el cannabis, no significará que México tenga un consumo de esta droga del 20%. Las personas que apoyamos la legalización  buscamos terminar con una guerra que tantas vidas y dolor nos han costado como país.

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