De víctima a victimario: Paradojas de la política migratoria en México

Durante muchos años México ha sufrido las políticas migratorias represoras e intolerantes de Estados Unidos. Posterior al atentado a la torres gemelas en la ciudad de Nueva York, el gobierno del entonces presidente George W. Bush, fortaleció los mecanismos de protección entre la frontera entre su país y el nuestro. La instauración de un muro para evitar la migración de los mexicanos al país del norte, la militarización de la frontera y la violencia con la que opera la patrulla fronteriza, han sido solo uno de los tantos problemas que millones de mexicanos han sufrido al largo de los años. A pesar de que durante mucho tiempo el gobierno mexicano ha abogado por una política migratoria integral y basada en los derechos de los migrantes, hoy en día México parece haberse convertido de víctima a victimario. La migración en aumento de centroamericanos en nuestro país ha demostrado como un Estado cambia de papel de acuerdo a sus intereses y su rol en el juego.

De acuerdo con datos del Washington Office on Latin America, entre 2014 y 2015 México ha deportado más migrantes centroamericanos que Estados Unidos. Mientras que el país del norte deportó 70,440 personas, el gobierno mexicano detuvo y mando de regreso a sus países a 92,889 inmigrantes indocumentados. Esta cifra ha cambiado considerablemente si tomamos en cuenta que entre 2013 y finales del 2014 las cifras eran 162,751 detenciones por parte de Estados Unidos y 49,893 por parte de México. En un solo año nuestro país se volvió en el principal país encargado de detener la migración de miles de personas de Centroamérica hacia Estados Unidos y nuestro país.

El problema no solo se centra en una política restrictiva de los migrantes en nuestro país sino de las amenazas que sufren los migrantes durante su estancia o tránsito por nuestro país. De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, por el país transitan alrededor de 140,000 migrantes centroamericanos anualmente. De este total el 85% son hombres, de los cuales 70% tienen entre 15 y 29 años. Según datos del ACNUR (Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados), el 66% viene de zonas urbanas y el 95% no habla inglés. Una de las principales amenazas que tienen que afrontar los migrantes en México es el famoso tren apodado “La Bestia”, el cual causó la muerte en 2013 de 11 migrantes. Entre 2007 y 2011 se han encontrado más de 1,230 cuerpos hallados en más de 310 fosas clandestinas. Otro importante amenaza para quienes cruzan nuestro país son los agentes fronterizos del gobierno mexicano y americano. De acuerdo con Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre 2010 y 2014 al menos 28 personas fueron asesinadas en algún incidente con agentes fronterizos.

Otro de los grandes problemas que han tenido que afrontar los migrantes en nuestro país es la presencia del crimen organizado. Uno de los más crueles ejemplos de como las autoridades mexicanas han desprotegido a los migrantes ha sido la matanza de 72 migrantes en San Fernando Tamaulipas. La práctica de secuestro y extorsiones de personas que cruzan por nuestro país ha sido una de las principales fuente de dinero obtenidas por bandas criminales.

México ha buscado durante décadas una apertura y humanización de la política migratoria de los Estados Unidos. Sin embargo, durante los últimos años México ha demostrado que al parecer hay diferencias entre los migrantes. Mientras las autoridades mexicanas buscan hacer valer los derechos de los mexicanos, por otro lado en nuestro país se violan constantemente los derechos humanos de los migrantes centroamericanos. Este tipo de hipocresías políticas por parte del gobierno mexicano harán poco probable que exista una política integral y a favor de los derechos humanos en la región. Al parecer México ha querido ser candil de la calle pero obscuridad de su casa.

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