Una democracia cara y con malos resultados
Ante las declaraciones sobre la construcción de una nueva sede para el Instituto Nacional Electoral, la cual tendría un costo de 1,040 millones de pesos, es necesario cuestionarse si el Estado mexicano debe gastar tanto dinero en nuestra democracia. Más importante aún, es indispensable esclarecer si el gasto en recursos y la calidad democrática representan una relación directamente proporcional. Es decir, a mayor gasto mejor calidad en el gobierno.
A partir de la descomposición del sistema de partido hegemónico y la instauración de una mayor competencia entre partidos políticos, los costos del voto en México se han convertido en uno de los más caros de toda América Latina. El costo promedio del voto por persona en nuestro país ronda alrededor de los $5.7 dólares. Si lo comparamos con países de la región cuyos costos por voto son menores a los $3 dólares, nuestro país gasta el doble en el derecho de las personas a elegir a sus gobernantes. Este alto gasto en las elecciones hace que el costo total durante los procesos electorales en nuestro país alcance los 50 mil millones de pesos.
Este alto costo de la democracia no se encuentra solamente en el elector sino también en los partidos políticos. De acuerdo con el estudio ¿Cómo y Cuánto Gasta la Cámara de Diputados?, los diputados en México son quienes más dinero ganan en toda América Latina. Mientras que el salario promedio de los legisladores en la región es de 6,712 dólares mensuales, en México los ingresos de los diputados ascienden a los 12,310 dólares. Si se añaden las prestaciones y subvenciones discrecionales que la ley otorga a los hombres y mujeres del congreso, los legisladores obtienen un salario de más de 17,800 dólares mensuales. Este sueldo es inclusive mayor a países como España (7 mil dólares ), Gran Bretaña (7 mil 858 dólares) y Alemania (11 mil dólares)
Este alto costo en la democracia, sin embargo, no va ligado a una mejor percepción de los ciudadanos hacia esta forma de gobierno. El último informe de Latinobarometro reporta que México es el país con el menor número de personas satisfechas con la democracia con solo el 19% de la población. Al mismo tiempo, el número de personas que prefiere un sistema democrático a otra forma de gobierno es del 48%. Si nos comparamos con países como Venezuela (84%) y Uruguay (76%), México presenta severos problemas con la credibilidad y el funcionamiento de su democracia.
El alto sueldo que perciben los políticos tampoco ha servido para mejorar su actuación ante la sociedad. De acuerdo con cifras de Transparencia Internacional, el 91% de los mexicanos considera que los partidos políticos están afectados por la corrupción. De los 51 países estudiados por TI, sólo Nepal y Grecia contaron con calificaciones similares y peores que la nuestra.
Como puede observarse, la relación entre más gasto en la democracia ha sido acompañada de un mal desempeño de esta misma y con una percepción negativa de la sociedad Desafortunadamente, las autoridades no logran entender que la calidad de gobierno no se logra a través de billetes sino por factores como la fortaleza de la sociedad civil, presencia de liderazgos fuertes, desarrollo económico y social, aplicación de la ley, etc. Con el anuncio de la construcción de los nuevos edificios con alberca y cafetería del INE, también puede estarse dando la noticia de la continuación del declive de la democracia mexicana.