¿Es México un Estado Fallido?
Durante las últimas dos décadas, la comunidad internacional a puesto especial atención en la capacidad de los estados para mantener la estabilidad y el control de sus territorios. Además, tareas como la de salvaguardar los derechos humanos, promover el crecimiento económico y el desarrollo social de sus habitantes así como gobernar de manera transparente y eficiente son elementos que se han vuelto indispensables para el Estado al gobernar a sus sociedades.
El Índice de Estados Fallidos 2013 elaborado por el Fondo por la Paz, busca evaluar y categorizar la capacidad de gobernar de un Estado. El estudio divide a los estados en tres: Fallidos, Débiles y Estables. En primer lugar, los estados fallidos son todos aquellos cuya capacidad de gobernar es nula, no pueden controlar sus fronteras y existen grupos ajenos al gobierno que llevan a cabo labores del Estado. En segundo lugar, los estados débiles son quienes no tienen el control completo de su territorio. Si bien podrían tener el control en algunas provincias, existen otros lugares en donde no existe la presencia del Estado, permitiendo el auge del comercio informal, guerrillas, grupos terroristas o crimen organizado. Por último, la gran diferencia entre los estados estables con el resto no es solo su control total del territorio sino que en presencia de algún grupo o circunstancia que busque desestabilizar al gobierno, el Estado cuenta con las capacidades para afrontarla, repararla o controlarla.
De acuerdo con el estudio elaborado por la Fundación por la Paz, los países africanos como Somalia y Congo son los Estados en el mundo con menor capacidad de controlar su territorio y población . Los países con “alerta muy alta”, son en su mayoría países del continente africano y de la región del medio oriente. La mayoría de estos estados sufren de fuerte presencia de grupos terroristas que cuentan con el control de grandes extensiones de territorio y que en determinadas ocasiones han logrado desestabilizar al gobierno. En el caso de México, nuestro Estado está calificado como débil y se encuentra en la categoría de “Alta Advertencia”. Ocupando el lugar número 96 de 178 países evaluados, México está lejos de situaciones como la de los países del Cuerno de África pero carece completamente de las condiciones para mantener el control integro de su sociedad y territorio. Países como Cuba, Paraguay, Rumania, Jamaica y Albania fueron mejor calificados que el nuestro. A pesar de contar con una economía más grande que el resto de estos países, el Estado mexicano cuenta con capacidades menores para gobernar.
En una comparación regional, México queda lejos de países como Brasil, Argentina, Uruguay y Chile. Si bien Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Guatemala o Venezuela tienen una peor calificación que nosotros, México debe compararse con aquellos países “líderes” de la región, si es que nuestro gobierno busca convertirse nuevamente en un país importante de América Latina. Desafortunadamente, los eventos que han ocurrido últimamente en contra de los derechos humanos, el aumento de 2 millones de personas a las líneas de la pobreza, los casos de corrupción que quedan impunes, el bajo crecimiento económico, etc., hacen complicado pensar que nuestro país haya mejoradado su situación desde 2013. En vez de avanzar hacia el fortalecimiento del Estado, parece que estamos en camino de su continuo debilitamiento.