Lo que podemos aprender del programa ‘Mochila Segura’ en México

Luego de la tragedia en Torreón, el debate público nacional se ha ido por diversos frentes para prevenir la violencia por parte de, y en lugares con, menores de edad en México. Aunque existen programas a largo plazo para regenerar el tejido social de zonas marginadas a lo largo del país, además de iniciativas regionales para tratar la salud mental de la población, una respuesta hasta cierto punto predecible y obvia ha sido el impulsar o incluso revivir el programa Mochila Segura.

La versión más difundida del programa fue una implementación dosmilera pensada ante el auge del narcomenudeo en las escuelas del centro de México, el programa fue apoyado por el funcionario de Seguridad Pública que más impulsó la criminalización del consumo de drogas (Manuel Mondragón y Kalb) allá por 2003. En su momento fue criticado desde posturas en Derechos Humanos y también por temas de redundancia o poca efectividad.

Una nota de El Universal de 2013 menciona que el programa inició en las delegaciones capitalinas de Iztapalapa y Benito Juárez, ante peticiones de autoridades locales, profesores y padres de familia. Desde un inicio, se declaraba abiertamente que el objetivo era reducir la venta de droga en los planteles (especialmente de bachillerato).

Una nota posterior, ya en agosto del 2003, relata que hubo poca respuesta al operativo en el entonces DF:

Manuel Mondragón y Kalb, titular de Participación Ciudadana y Prevención del Delito de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), informó que hasta el momento únicamente 10 escuelas, ubicadas en las delegaciones Iztapalapa y Benito Juárez, han solicitado la aplicación del operativo Mochila Segura.

El programa posteriormente fue emulado de manera temporal a lo largo del país, y usualmente en respuesta a escándalos de momento o de manera reactiva por mandatarios locales ante alguna eventualidad.

En el marco de la tragedia de Torreón y tras las críticas a los padres del colegio que estuvieron en contra del operativo en el ciclo escolar anterior, Animal Político recordó que el programa viola derechos pero ha estado vigente desde el 2oo1. Dice la nota de Nayeli Roldán:

En agosto de 2019, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió una recomendación respecto al “operativo” llamado Mochila Segura, en la que señaló las violaciones a derechos, y pese a que la SEP no ha emitido alguna instrucción para prohibir la medida. 

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Sin embargo, este programa no resuelve el problema de fondo y la solución contra las violencias no puede ser “criminalizándolos asumiendo que la violencia se concentra en su mochila”, afirma Ricardo Bucio Mújica, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sippina). 

En la misma nota, Ricardo Bucio señala una vocación del programa para prevenir la entrada de armas a planteles en la versión del 2001, un tanto diferente a la del 2003 de Mondragón y Kalb.

Es imposible no mencionar un hilo viral de Montserrat Peralta, reporta de investigación de El Universal, en el que expone los resultados de programa Mochila Segura:

Llama la atención que en Aguascalientes no hubo hallazgos y Baja California Sur no respondió, mientras que Chiapas respondió con este emoji: ¯\_(ツ)_/¯

Conforme avanza la lista de Peralta, resulta (no) impresionante la cantidad de estados que prefirieron no responder o respondieron con incompetencia, a pesar de no declararse incompetentes (te estamos viendo, Michoacán).

 

 

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