Democracia de barrio: una idea para recuperar el mundo desde la FIL

En el marco de la Feria Internacional del Libro, las ideas fluyen y construyen, este año el invitado es India, y en ese sentido se llevó a cabo el Encuentro de Cultura Democrática sobre Innovación Social y Gobernanza, cruzando puentes entre India, México y la Democracia llegó al auditorio el sacerdote jesuita P. Edwin María John, delegado de la ONU en materia de participación ciudadana y paz. 

Cuando empezó su intervención, hubo una disertación lingüística: ¿cómo llevar al lenguaje (y más el español), un concepto de la realidad? En Google se habla de sociocracia, por su naturaleza social, sin embargo, tras el apoyo del traductor, se pudo llegar a una palabra que satisfacía las necesidades: neighbourhoodcracy (democracia de barrio). La idea fundamental es construir parlamentos de barrio, parlamentos de niños, niñas y jóvenes cada semana, para que desde la apropiación de la comunidad se construya democracia en escala hacia la global: la ruda es desde lo pequeño hasta lo global. 

“El principio de la democracia es en lo más pequeño”

Edwin María afirma que entre más pequeño y simple es la participación, más gente participa y se incluye, en la estructura desde lo más pequeño, lo local y lo global visto desde abajo o desde arriba, ninguna de las tres esferas es más importante que otras. 

El principio de democracia de barrio funciona con uno más básico, el de autoreconocerse y sentirse valioso para poder colaborar en comunidad; en ese tenor es fundamental que la sociedad reconozca y haga sentir valiosa a la ciudadanía para que esta pueda construir comunidad, para que esta pueda ser parte de la solución de los problemas públicos y en ese principio construir desde lo local hasta lo global. 

 “Haciendo democracia de barrio la gente se conoce más y se siente más segura”

Se nos olvida hacer comunidad, dijo Edwin María y tiene razón, el Informe País sobre la Calidad de la Ciudadanía en México y la Estrategia Nacional de Cultura Cívica lo reafirman: tenemos una debilidad para construir comunidad; no sabemos ser buenos vecinos, en ese sentido, la propuesta de Edwin María, aunque parece revolucionaria e innovadora, es sencilla: ser buen vecino y generar comunidad. 

La médula de la democracia se da en los vecindarios, dice Edwin María, la Democracia es regida por la gente y la gente da las respuestas. Por eso a manera de invitación, Edwin María, incita a los gobiernos e instituciones a escuchar ala gente, hacer comunidad, hacer democracia de barrio. 

Entre sus trabajos está la de instalar parlamentos infantiles y juveniles cada semana en las escuelas de la India, donde niños, niñas y jóvenes discuten sobre sus asuntos cercanos, construyendo comunidad desde lo más chico, desde lo local con los más chicos en el centro: otra idea revolucionaria en un mundo adultocentrista. 

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La conferencia es un respiro y un paréntesis en un sistema que se inclina por lo global, la globalización y lo general, la respuesta es desde lo chico, lo local y la comunidad hacia lo global. Esto es un debate antiguo sobre el impacto de las acciones pequeñas. Claro que los grandes problemas de México o de un municipio son los grandes problemas del mundo, pero la respuesta no ha estado desde lo global, explotemos lo local y lo comunitario para ir por un nuevo camino. 

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