Innovar desde la oposición o muerte

Tienen razón los textos que critican a la oposición: es imposible que sigamos construyendo narrativas que se queden en el absurdo de comparar a México con Cuba por la crisis de desabasto o generar miedo a partir de notas que afirman que México comprará petróleo a Venezuela y que por eso seremos socialistas. La oposición debe innovar, pero la innovación no es solo una idea esporádica, es más trabajo y disciplina que invento u ocurrencias.

La innovación no surge de una idea aislada sino del análisis de las circunstancias, de observar de manera integral el problema. La oposición no ha sido innovadora y se encuentra perdida en la discusión pública. No solamente se trata de innovar con videos o postales en las redes sociales, se trata de innovar para generar un bien social, que de manera sostenida construya mejores condiciones para la sociedad.

La oposición debe observar el panorama nacional de manera integral, no puede dejar su narrativa en el desabasto por incompetencia, lo cuál puede ser válido. Debe observar los niveles de legitimidad del presidente, el nivel de polarización del país y apegarse a los datos y a la ciencia. Por ejemplo, hablando del desabasto de la gasolina, la oposición no ha diseñado una narrativa que convenza a aquellos ciudadanos que están en contra de la corrupción pero que ven afectada su calidad de vida: la narrativa de la oposición se ha quedado corta al mencionar que están a favor de la medida pero que no fueron las formas: no hay datos, no hay ciencia, no hay política pública para poner sobre los hechos, los dichos: no hay propuesta seria.  

¿Por qué la oposición no ha propuesto que el fondo recuperado de la cruzada contra el huachicoleo se destine a la compra masiva de bicicletas públicas? ¿Por qué la oposición no ha sido insistente en rastrear las gasolineras que lavan dinero con el huachicoleo para rastrear la concesión, dueños, permisos, personajes políticos involucrados? ¿Por qué la oposición no ha utilizado esta crisis para evidenciar la falta de un plan de energías renovables de la 4T o proponer uno serio? Uno que pueda ser adoptado por la ciudadanía que apoya el combate al huachicoleo pero que ha sufrido sus consecuencias. No hay narrativa para ellos, por eso el presidente no pierde en legitimidad, porque no hay una narrativa de oposición que se construya como alternativa.

La oposición debe construirse en la innovación, el escenario está claro, la crisis está presente, el hueco es evidente: no hay una narrativa que convenza a la ciudadanía de que existen alternativas. Quizá el golpe electoral sigue presente, pero no pueden detenerse ahí, no puede reflexionar sobre la derrota, se debe pensar fuera de la caja. Durante años, la narrativa de parecernos a Venezuela fue exitosa pero hoy es absurda e insuficiente.

La narrativa innovadora debe ser disruptiva y sostenida, son seis años largos para la oposición, y cuando escribo oposición me refiero a los medios, organizaciones de la sociedad civil, empresarios y actores políticos. Es el mejor momento para ellos.

Previo

Descifrando los secretos de la cooperación biológica

Siguiente

Ignacio Solares, una vida dedicada al placer de la literatura

Sin comentarios

Deja un comentario