Pemex encontró un yacimiento enorme, pero hay que recordar Cantarell y que la abundancia no es eterna

Si tienes cierta edad, puedes recordar que de manera no tan constante (pero tampoco insólita) se suele anunciar el descubrimiento de un nuevo yacimiento petrolero que podría cambiarlo todo para México. Hoy se anuncia con bombo y platillo que en Ixachi (Veracruz) se ha descubierto el yacimiento petrolero más importante de los últimos 25 años y que -según la comunicación de Pemex- podría extraer hidrocarburo con valor de 40 mil millones de dólares.

Aunque es emocionante la noticia, hay que tener en cuenta que el combustible fósil va salida al menos para uno de sus principales mercados: el transporte.

Algunos apuestan todo al petróleo, pero lo cierto es que su uso irá a la baja en automóviles

Leemos en Sin Embargo que esto viene luego de que en octubre se había  dado a conocer el hallazgo de otros siete yacimientos en el Golfo de México, que a pesar de ser bastantes, su explotación potencial  sería apenas del 20% de lo hoy anunciado en Ixachi. Es decir, 180 millones de barriles de crudo contra 1 mil. Citamos más detalles desde el medio digital:

El yacimiento podría generar mil millones de barriles al día, con un valor estimado en hasta 40 mil millones de dólares. Y llegaría a su plenitud entre 2020 y 2022.

Apuntó Javier Hinojosa (titular de Pemex Exploración) que “obtendríamos 80 mil barriles diarios de condensado (…) y con la buena noticia que es un condensado dulce, de muy alta calidad. Y más o menos 700 millones de pies cúbicos diarios de gas natural”.

Todo esto recuerda a Cantarell, que fuera otro gran descubrimiento petrolero para México en tiempos de José López Portillo e incluso el segundo pozo más grande del mundo. Aunque muchos ni siquiera habíamos nacido, y más bien crecimos en un México obsesionado con su economía petrolera, antes de Cantarell los hidrocarburos no eran el gran respaldo de la economía nacional.

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Leemos en Dinero en Imagen el triste final, cuyas consecuencias arrastramos al día de hoy:

Sin embargo, la abundancia no duró para siempre. En el año 2000 el gobierno observó una caída en la producción de crudo y gas natural de los pozos del complejo de Cantarell, por lo que se decidió forzar la producción del yacimiento mediante la inyección de nitrógeno (una técnica común en campos maduros). Así, se detonó la producción en el complejo pero al mismo tiempo se redujo su vida útil.

El gobierno tenía razones económicas para hacerlo: mientras que en 2003 el precio por barril de crudo se ubicaba en el mercado internacional en 23 dólares, en 2008 la cifra ya había pasado los 140 dólares. La mala noticia: para ese mismo año comenzaba a ser irreversible la caída en la producción de Cantarell.

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