El desnaturalizado fraude detrás de los tratamientos con inyecciones de “células madre”

Conacyt Prensa publicó una excelente investigación acerca del fraudulento mercado de tratamientos alrededor de células madre que existe en nuestro país, en el cual empresas nacionales y extranjeras han aprovechado las típicas lagunas legales de la Cofepris para lucrar con la esperanza de pacientes y sus familiares.

La investigación de Amapola Nava sigue de cerca el caso de Laura Arce, cuyo padre falleció a inicios de este año luego haber gastado casi 200 mil pesos en tratamientos de inyecciones de supuestas células madre. La historia es desgarradora ya que habla acerca de la esperanza de una familia dispuesta a sacrificar grandes cantidades de dinero para pagar tratamientos que no están comprobados ni avalados, lo que finalmente puede resultar más caro que la única vía autorizada y regulada de tratamiento con células troncales (que no células madres): el trasplante de médula ósea.

El padre de Laura padecía esclerosis lateral amiotrófica y uno de los pasajes más dolorosos de la enfermedad, la historia de Amapola Nava sugiere que el paciente y su familia fueron estafados por una clínica con locaciones en Guadalajara y Ciudad de México, ya que en uno de los tratamientos finales le fueron cobradas más de 120 millones de células madre cuando en realidad sólo le inyectaron alrededor de 15 millones. Y esto por vía catéter, con médicos y una clínica rentada que se mostró prepotente con Laura luego de que se interpusieron quejas.

Citamos del reportaje, un poco acerca del verdadero contexto ético, médico y legal de estas clínicas que venden esperanza pero no tratamientos regulados:

Para la doctora Anayansi Molina Hernández, investigadora del Instituto Nacional de Perinatología, desde que alguien ofrece un tratamiento utilizando el término célula madre hay que dudar, pues el término biológico correcto es célula troncal. Cuando un equipo científico serio realiza una investigación relacionada con las células troncales, siempre aclara que la seguridad y la eficacia de las terapias aún están a prueba y nunca se debe cobrar a las personas por participar en la investigación, tal como se establece en la Declaración de Helsinki y en el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de Investigación para la Salud.

Detectar el fraude es complejo, pues quienes lo perpetúan se aprovechan de dos situaciones: las personas buscan curarse de padecimientos que no tienen cura y las investigaciones científicas rigurosas sobre los posibles usos de las células troncales como terapia sí existen. Así que quienes ofrecen tratamientos utilizan el lenguaje científico para aparentar seriedad, pero lo exageran o lo manipulan para contar verdades a medias.

Una de las verdades a medias que más se repite es que las células madre pueden convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo humano. Esta es una forma tramposa de presentar la información.

La única célula que puede dar origen a todas las células del cuerpo humano es el óvulo fecundado y unas pocas divisiones de él, es decir, el embrión, y las pocas células que se originan de sus primeras divisiones. Pero una vez que esa primera célula da lugar a ocho células, las cosas cambian. Las células troncales comienzan a organizarse para formar los diferentes órganos y tejidos y se vuelven cada vez más especializadas, de hecho, en los adultos, las células troncales generalmente se encargan de formar un solo grupo de células provenientes de un tejido específico, explica Juan José Montesinos Montesinos, investigador en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

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PARA LEER

Recomendamos por supuesto, leer el extenso reportaje completo de Amapola Nava en Conacyt Prensa

 

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