Conoce a Deportados Brand y su labor emprendedora a favor de los deportados

Deportados Unidos es un colectivo que apoya a los migrantes deportados de Estados Unidos hacía América Latina que ha alcanzado notoriedad mediática gracias a una peculiar iniciativa: la marca de camisetas Deportados Brand, el cual es un emprendimiento registrado ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social con una facturación sana.

Dichos números le han permitido acceder a apoyos federales para emprendedores, además de que las ganancias repartidas entre los cinco socios en parte son dirigidas -a manera de donación voluntaria- a las nobles labores del colectivo.

La naturaleza única de Deportados Brand radica en que las camisetas son realizadas gracias al trabajo que la marca otorga a otros deportados, dándoles así una oportunidad de ganarse la vida.

Ahora, Deportados Unidos apoya también a otras organizaciones pro-migrantes como ODA. Estos últimos denunciaron el pasado jueves que fueron víctimas de agresiones físicas y verbales en la Central Camionera del Norte mientras realizaban labores de acompañamiento con deportados que se dirigían a sus respectivos estados.

Lo que pasó fue que Otros Dreamers en Acción (ODA)entregó agujetas a migrantes, ya que estas le son retiradas de su calzado en los centros de detención, situación por la cual autoridades de la Central decidieron removerlos de sus instalaciones. Además, ODA también orienta a deportados y los apoya en la medida de lo posible.

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En Expansión hubo una nota acerca del modelo de negocios de Deportados Brand y su labor a favor de los migrantes. Citamos:

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Deportados Brand se dirige a través de una participación equitativa. Todos diseñan, realizan los estampados y ayudan en la administración. Aunque poco a poco, después de seis meses de iniciar con el micronegocio, el puesto de cada uno ha ido definiendo por las preferencias y las habilidades que demuestran.

Las ganancias de Deportados Brand se dividen entre los cinco miembros del emprendimiento. Posteriormente, cada uno realiza aportaciones voluntarias para mantener su colectivo.

Asisten cada semana a recibir a uno de los tres aviones de personas deportadas y les dan mochilas pequeñas. “Cuando los devuelven a México les entregan sus pertenencias en costales. Me parece indigno y realmente poco útil. Se les caen sus cosas y se rompen”, explica López. También los ayudan a encontrar direcciones, los guían al metro y si no tienen familiares, dejan que se queden en su taller de serigrafía hasta que encuentran un lugar para vivir.

Más información en el sitio de Expansión

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