Presentarán queja ante CNDH contra presidenta del DIF que llamó sicarios a estudiantes

El gobernador del estado ha pasado responsabilidad por inseguridad a padres de familia

Zacatecas se encuentra en una crisis de homicidios e inseguridad. Enero fue el mes más violento en la historia del estado, con 75 asesinatos, mientras que solamente en el primer cuatrimestre meses del año ya son 173 los ejecutados. Las autoridades estatales, por su parte, admiten que estos hechos están casi en su totalidad ligados al crimen organizado.

En medio de esta crisis de inseguridad, la presidenta del DIF Estatal realizó comentarios que promueven la discriminación y criminalizan a los jóvenes. En un congreso del Sistema Nacional DIF en Tabasco, municipio zacatecano, luego de un bailable presentado por alumnos de una telesecundaria local, Cristina Rodríguez Pacheco dijo:

“La verdad aprecio enormemente el esfuerzo que hicieron estos chicos pero me hubiera gustado muchísimo más verlos vestidos con una ropa mexicana, vestidos como ingenieros, porque yo vi el rostro de todas las mujeres que estaban aquí y de muchos hombres y vi una tristeza y una enorme preocupación porque los chicos más parecían unos sicarios que personas que pudieran ser un ejemplo para los demás“.

Una profesora (Evelia Nuñez) de la telesecundaria respondió por medio de Facebook a los juicios de la también esposa del gobernador Alejandro Tello:

“Cuando las personas llegan al poder se sienten tocados por un poder supremo que les permite menospreciar y humillar a las personas de condición humilde, pero lo menos que mis alumnos merecen es una disculpa pública, así como los ofendió en público […] Los alumnos utilizaron esa vestimenta tratando de imitar a los militares y no a los sicarios como usted lo mencionó y tanto criticó.”

Con anterioridad, Cristina Rodríguez ha realizado otros comentarios que victimizan a la sociedad, específicamente jóvenes y mujeres. En el minuto 1:45, por ejemplo, la esposa del gobernador menciona que si una mujer es “irrespetada” es a causa de su vestimenta.

Por todo lo anterior, el diputado Federal Jorge Álvarez Máynez anunció que presentará una queja formal ante la CNDH:

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El argumento presentado por el legislador dice a la letra:

Se desprende que la Presidenta Honorífica del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia en Zacatecas, construye, a partir de prejuicios acerca de la juventud zacatecana y sus expresiones -que pasan por su forma de vestir y divertirse-, un estereotipo del joven zacatecano cargado de elementos que lo vinculan al crimen organizado, expuesto a los riesgos que ello implica. Es decir, con los comentarios denunciados, discrimina y criminaliza a los jóvenes zacatecanos.

Asimismo, respecto de los comentarios sobre la forma de vestir de mujeres jóvenes zacatecanas, realiza un ejercicio de apología del delito, justificando que, debido a la forma de vestir de las mujeres jóvenes zacatecanas, se exponen a ser víctimas de la violencia de género, de que son objeto las mujeres en Zacatecas y en el país. Con ello, discrimina y revictimiza a las mujeres que han sido, o pueden ser, víctimas de la violencia de género, acusándolas de propiciarla.

La respuesta de Cristina Rodríguez

Ante la ola de reacciones que provocara en redes sociales, Rodríguez de Tello se deslindó del contexto de inseguridad en sus declaraciones en una especie de no-disculpa:

“Soy consciente de que los jóvenes no son responsables de la forma en que se presentaron; como padres de familia y autoridades siempre exigiremos de quienes están frente a grupos escolares, una enseñanza apegada a valores; por mi parte, ofrezco una disculpa si alguien se sintió ofendido por mis expresiones, es la misma disculpa que todos como sociedad debemos exigir a quienes desde las aulas hacen apología del delito”.

La presidenta honorífica del DIF, de cualquier modo, insistió en su argumento inicial:

“Sentí un enorme peso en el corazón, sentí una tristeza profunda al percatarme del desconcierto, miedo, tristeza y preocupación en los rostros de los hombres y mujeres del auditorio, pensé en no opinar, en hacer como que no había pasado nada, pero era tal el desconcierto en los rostros de las mujeres y hombres ahí presentes, que al tomar el micrófono agradecí a los jóvenes su coreografía y no quise pasar por alto que mi deseo hubiera sido ver una representación apegada a las costumbres y valores que distinguen a la sociedad mexicana, que me hubiera encantado verlos bailar vestidos de médicos, ingenieros o astronautas de todo lo que ellos en su enorme valía pueden ser, no vestidos así.”

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