Miriam Rodríguez había pedido seguridad tras la fuga del asesino de su hija

Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, cofundadora de la Comunidad en Búsqueda de Desaparecidos en Tamaulipas, fue asesinada el pasado 10 de mayo. Miriam dedicó los últimos años de su vida a apoyar a familiares y amigos, que al igual que ella, sufrieron de la desaparición de un ser querido.

Para Miriam fue su hija Karen Alejandra Salinas Rodriguez, desaparecida en 2012. Con sus propios medios su madre investigó su desaparición y logró encontrarla ya sin vida. Dos de sus asesinos se encontraban en el penal de Ciudad Victoria, procesados por su desaparición y ejecución. El 23de marzo uno de estos hombres, Enrique Yoel Rubio Flores, junto con 27 más, se fugaron a través de un túnel de cinco metros de profundidad por 40 de largo, que cavaron durante más de un año.

Aunque Yoel Rubio fue recapturado un día después de su fuga, Miriam temió por su seguridad desde entonces y solicitó el apoyo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, instancia con la que tenía agendada una reunión el próximo 30 de mayo.

El procurador de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, asegura que a Miriam se le habían asignado rondines tres veces al día en su domicilio, incluso “cuando se sabía y se tenía certeza plena de que Enrique Yoel Rubio estaba en prisión”, sin embargo compañeras del colectivo de búsqueda de Miriam aseguran que no tuvo respuesta satisfactoria, incluso cuando intentó comunicarse con el policía supuestamente encargado de su seguridad, no pudo contactarlo.

Organizaciones de la sociedad civil en México y la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) han condenado el asesinato de la activista y han llamado a las autoridades al pronto esclarecimiento del asesinato.

Con información de Atistegui Noticias y Proceso.

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