Científico mexicano utiliza bacterias para crear energía limpia y sustentable

En entradas anteriores, revisamos el extraordinario proyecto del artista mexicano Gilberto Esparza llamado “Plantas Nómadas”, en el cual un robot era capaz de lograr autosuficiencia gracias a una batería que se alimentaba de electrónes producidos por bacterias, que a su vez se alimentaban de agua sucia, completando un ciclo de biorremediación en cuerpos de agua residual.

Y en esa misma línea de investigación, el también mexicano y doctor en ciencias de la computación, Jovan David Rebolledo Méndez, colabora en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST) en Japón, con el análisis computacional de comunidades de bacterias para conocer su taxonomía y función a fin de optimizar la generación de electricidad: un sistema de celda de combustible biológico, una batería biológica que produzca suficiente electricidad para no solo ser autosuficiente, sino también generar energía para consumo o transmisión en la red eléctrica.

A partir de la selección de bacterias, el investigador y su equipo de trabajo busca crear una “batería de bacterias” para limpiar aguas, donde estos microorganismos “se alimentan” de más del 95 por ciento de los sedimentos encontrados y se obtiene agua más purificada. De igual forma, éstas producen electricidad que sirva para mantener el mismo sistema y que sea accesible para toda la sociedad.

El estudio denominado “Sistema de procesamiento, bioinformática de metagenomas” consiste en el análisis a partir de la muestra de un conjunto de bacterias, “primero extraemos el ADN de cada una de las muestras y las transferimos a un sistema informático avanzado que las clasifica y genera información genética de esta muestra, aquí debemos reconocer la función de las bacterias, para ello usamos software que las ordena correctamente, con esto podemos decir que de esta comunidad existen decenas de este tipo de familia de bacteria y encontramos que la funcionalidad biológica de estas bacterias es que pueden crear electricidad, pero también tienen esta u otra función.

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Robot creado por el artista mexicano Gilberto Esparza y presentado en su proyecto “Plantas nómadas”

En dicho análisis se están incorporando técnicas de inteligencia artificial, y en la obtención de datos se están diseñando sistemas robóticos para la toma de muestras. “Después del análisis, seleccionamos las ideales para que mejoren el rendimiento en lo que llamamos batería de bacterias, es decir un generador de electricidad”, describió el investigador originario del estado de Veracruz.

Con 41 años de edad, Jovan David detalló que actualmente la investigación se encuentra en optimización del sistema para que genere mayor voltaje y por ende, sea productivo y eficiente.

De igual forma, el doctor Rebolledo Méndez, perteneciente a la Red de Talentos Capítulo Japón, y el grupo científico multidisciplinario del OIST, buscan que al concluir el proyecto científico, se genere un producto o servicio comercial donde la industria y ciudades de cualquier parte del mundo puedan brindar acceso de tecnología a la gente y puedan explotar e impactar positivamente.

“Es muy noble hacer ciencia básica, pero si los científicos fuéramos más allá de su creación, es decir, que busquemos impactar positivamente de una manera más rápida a la sociedad, sería mucho más benéfico para el mundo. Recomiendo en especial a los jóvenes que están empezando su formación académica, buscar generar conocimiento para aplicarlo e impactar positivamente a mucha gente, creando medios sostenibles donde el beneficio sea siempre para la sociedad, la mejora de su calidad de vida y la generación de abundancia para la humanidad”, finalizó el científico mexicano.

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Con información de Agencia ID / Edición y notas de Jesús Vergara-Huerta (Proyecto Alterius)

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