Tú puedes salvar al Museo del Juguete Antiguo (Mujam) de la desaparición

Todavía estamos a tiempo para salvar uno de los espacios más hermosos de la CDMX

Una vez más la cultura se encuentra amenazada. El Museo del Juguete Antiguo de México, mejor conocido como el MUJAM, está en riesgo de cerrar sus puertas.

El Mujam es un espacio único en la Ciudad de México, adentro de este museo se alberga la perspectiva más íntima de la historia de un país. Me refiero a la memoria que habita en los recuerdos de la infancia: juguetes y objetos que alguna vez fueron utilizados para hacer volar la imaginación de alguna persona, gracias a esto esos objetos poseen un aura mágica que sólo es otorgada por la nostalgia.

Si nunca has visitado este recinto, no sabes de lo que te has perdido. Más de un millón de piezas —entre las que se encuentran desde luchadores de plástico  hasta los más extraños y enigmáticos juguetes de ciencia ficción— abarrotan un edificio ubicado en el corazón de la colonia Doctores.   

El desinterés de las autoridades ha sido mayúsculo ante la situación en la que se encuentra el MUJAM, que carece de recursos económicos  para preservar las piezas en exhibición y en bodega. Además el alto índice delictivo que actualmente permea sobre la ciudad ha generado la desaparición de artículos pertenecientes a la colección.

El museo fundado por el arquitecto Roberto Shimizu, es un proyecto independiente que sobrevive gracias a la generación de sus propios recursos. Sin embargo, el costo de recuperación del precio del boleto no es suficiente y el espacio se ha visto, en alguna ocasión, ante la presión de ser comprado por Carlos Slim.

El Mujam ha lanzado una campaña de apoyo, a través de la plataforma kickstarter.com,  en la que se puede participar de tres formas distintas: Difundiendo esta campaña, contribuyendo económicamente o  realizando voluntariado en sus instalaciones. La campaña tiene como fecha límite el próximo sábado 14 de enero.  Todavía hay tiempo para salvarlo. Toda la información aquí.

 

 

_____

_____

Previo

Participa en un recorrido literario por las calles de Santa María la Ribera

Siguiente

De la inutilidad de los recuentos

Sin comentarios

Deja un comentario