El internet del futuro estará implantado en nuestros cerebros

El avance de las ciencias del cerebro está diluyendo la frontera entre lo humano y la máquina, múltiples tecnologías se crean de manera cotidiana en los laboratorios más avanzados del mundo para entender y aprovechar el potencial de las redes neuronales que constituyen nuestros cerebros. Además de que en un futuro no muy lejano este fenómeno podrá resolver enfermedades degenerativas, también podría convertir nuestros cerebros en computadoras, que con solo pensarlo manipulen los periféricos electrónicos que se encuentren en nuestro entorno (internet de las cosas), mejorar de manera significativa nuestras capacidades congnitivas, ampliar el acceso a la información que almacenamos y aumentarla incorporando grandes bases de datos o insertando accesos directos en los motores de búsqueda como google.

Un ejemplo notable de esto fue presentado recientemente. El sensor de grafeno implantado en la superficie cerebral permitirá el registro simultáneo de la actividad eléctrica en diferentes regiones de la corteza. Los dispositivos consisten en un grupo de microsensores de grafeno montados en sustratos de polímeros flexibles que se adaptan a la morfología de la superficie cerebral. Los dispositivos se están probando en animales y podrían tener aplicaciones terapéuticas, además de permitir el diseño de nuevas interfaces cerebro-máquina. Cada sensor detecta pequeñísimos cambios de la actividad eléctrica a su alrededor y, de esta manera, la actividad eléctrica generada por las neuronas es detectada como un pequeño cambio en la conductividad del sensor de grafeno. Los sensores fueron presentados en el Mobile World Congress, en Barcelona.

Esta impresionante tecnología es parte de los resultados del proyecto BRAIN, impulsado por el Gobierno Estadounidense y que pretende acelerar el desarrollo y la aplicación de nuevas tecnologías para producir una imagen revolucionaria y dinámica del cerebro humano, mostrando por primera vez como las células individuales y los complejos circuitos neuronales interactúan entre ambos en el tiempo y el espacio. Los sensores de grafeno y otras tecnologías derivadas del proyecto BRAIN, podrán prevenir y curar desórdenes neurológicos como el Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, el estrés postraumático, la epilepsia y muchas otros.

Los avances siempre abren planteamientos éticos ya que la historia de la industria demuestra que dichas tecnologías han sido siempre aprovechadas por las élites para manipular, controlar y acumular capital, sin importar los daños socio-ambientales que generan. Pero también estamos en los tiempos en que las tecnologías están a la mano de todos y la innovación científica ya no está restringida a los centros de investigación o a los recintos académicos. El internet ha liberado el conocimiento haciéndolo accesible prácticamente a cualquier persona en cualquier lugar del planeta y también damos pasos importantes hacia la liberación del pensamiento, cuya mayor señal son los proyectos independientes que gestan innovación tecnológica sin recursos públicos, ni intervención de grandes empresas. Sin duda, estamos en tiempos apasionantes y no debemos perdernos estas investigaciones que nos acercan un conocimiento esencial sobre lo que somos y lo que podemos ser.

Con información de Agencia SINC | Comentarios del Proyecto ALTERIUS

 

 

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