Menos spots, más debates 

Nuestra democracia electoral ha sufrido varias fracturas, entre ellas la desconfianza hacia las instituciones provocada por las irregularidades en el conteo de 2006, la caída del sistema en el 88 o las deficiencias del sistema jurisdiccional también en 2006 y en 2012. 

Sin embargo, después de la reforma de 2007, cuando se transformó el modelo de comunicación política y se prohibió la venta de espacios publicitarios a cualquier persona sobre asuntos políticos y se asignaron spots de TV y radio según el porcentaje de votos, las cosas cambiaron y se volvió a fracturar nuestros sistema electoral. 

Cabe recordar que esta medida nació por la guerra que operaron empresas privadas en contra de AMLO al comprar spots publicitarios a favor del PAN y en contra del candidato al que llamaron peligro para México, un ejemplo de estas empresas fue Jumex. 

Sin embargo, la prohibición de compra de espacios y la spotización de la política nos ha llevado a lugares insospechados, donde la política se discute en espacios publicitarios de 30 segundos y spots con poca creatividad, ofensivos o ridículos salen a la luz. 

Dado lo anterior algunos autores expertos en el tema, como José Woldenberg, Raúl Trejo Delarbre, Enrique Krauze y Jorge Alcocer, por mencionar algunos, han puesto enfásis en privilegiar los debates sobre los spots. 

Aquí sus ideas:

Las principales conclusiones que realizan, versan sobre los siguientes puntos: 

  • Reducir la cantidad de spots de partidos políticos para generar spots más largos de 3 a 5 minutos, donde los partidos expongan sus propuestas e idea de gobierno de una manera extensa. 
  • Acumular tiempo del estado de esos spots para generar mensualmente y no sólo en campañas políticas debates públicos entre líderes de partidos y candidatos, en tiempos electorales.
  • Una democracia necesita de debates.
  • La deliberación púbica ha desaparecido en México y hemos dejado de debatir las ideas, debatir soluciones sobre los problemas públicos.
  • Los debates abonan a dar respuesta al derecho de acceso a la información pública. 
  • Necesitamos debatir.
  • Los formatos de debates que organizan los institutos electorales deben cambiar por unos más atractivos.
  • La sobrerregulación que provoca el cuidado de la equidad en el modelo de comunicación debe desaparecer, para que medios de comunicación puedan realizar formatos libres de debates, sin caer en el absurdo de una cobertura tendenciosa.
  • La cobertura inequitativa hacia un partido político es imposible que regrese a los niveles del autoritarismo del PRI en los ochentas, la pluralidad de medios y el internet lo prohíben. 

Debemos repensar la manera en que discutimos en lo público y en que los partidos y candidatos han comunicado, los medios también llevan algo de responsabilidad. Todos hemos contribuido al desprestigio y desconfianza hacia y de la política. Generar más debates es una solución que nos beneficia a todos. 

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