Las rutas de la movilidad de las personas

El 9 de diciembre de 1977, se creó la Comisión de las Naciones Unidas de Asentamientos Humanos y el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (comúnmente llamado Hábitat), que funcionó como la secretaría ejecutiva de esta Comisión. Para ONU-Habitat: La ciudad es el hogar de la prosperidad. Es donde los seres humanos satisfacen sus necesidades básicas y tienen acceso a bienes públicos esenciales; también es el lugar donde las ambiciones, aspiraciones y otros aspectos materiales e inmateriales de la vida se realizan.  

Desde esta perspectiva y considerando la expansión territorial de las ciudades la movilidad resulta fundamental y en un estrecho binomio que se traduce en el acceso a bienes, servicios y derechos. El análisis que realiza este organismo internacional muestra que la movilidad y la infraestructura están interrelacionadas pata determinar el modelo urbano de las ciudades: cómo se proyectan las calles, los sistemas de transporte, espacios y edificios, y la planeación para el futuro.

Por lo tanto, el crecimiento urbano descontrolado produce problemas en la movilidad, entre estos: aumenta la distancia entre destinos sustantivos como son hospitales, servicios, lugares de reunión entre otros; creciente dependencia del transporte particular por encima del transporte público; congestión, contaminación y embotellamientos por nombrar algunos, como es evidente, esto es justo lo que pasa en las grandes ciudades de nuestro país desde hace ya varias décadas y sin embargo,  pareciera que las políticas están orientadas justo a reproducir el modelo.

El Reporte Nacional de Movilidad Urbana en México 2014-2015 elaborado por UN-Habitat señala precisamente que esta problemática no es ajena al contexto nacional, pues de acuerdo con el Reporte se ha conjuntado el crecimiento de las ciudades mexicanas junto con vacíos en la planeación urbana y su normatividad. Concluye el documento que este desarrollo urbano produce como consecuencia alta dependencia del automóvil, sin previsión de sistemas integrados de transporte público adecuados.

En el caso del estado de Nuevo León, aparece una situación por demás compleja derivada de privilegiar el uso del transporte privado, seguramente cualquier persona se preguntará ¿cómo le hace el gobierno para apoyar el transporte privado en lugar el público? y la respuesta son varias, en primer término a partir de la falta de planeación pues la planeación pública del desarrollo es responsabilidad del gobierno y cuando esta falla se generan males públicos. La segunda se deriva de las prioridades de inversión en la movilidad en la ciudades pues al invertir en más avenidas, segundos pisos, e infraestructura en general para los vehículos privados en lugar de transporte público se favorece el uso del auto particular y se encarecen los servicios del transporte públicos. La tercera respuesta es la lógica de intereses que pululan sobre el transporte privado lo cual tienen profundos nexos políticos, pues son múltiples los actores que favorecen la creación de infraestructura para los vehículos particulares; y una cuarta repuesta, entre otras 20 posibles, es que la falta de normatividad y de su aplicación en el uso del transporte público prácticamente hace que las personas prefieran usar el transporte privado y donde no es posible quedarse sujetas a la prepotencia, al servicio e inseguridad de los permisionarios que son otro factores que han lastimado a la población con un modelo de negocios regresivo del ingreso de quienes viven con menores recursos.

Por todo lo anterior, y ente la evidente crisis del transporte público en el estado de Nuevo León, la  Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión presentó un punto de acuerdo el 19 de abril del presente año,  en que exhorta al Titular del Poder Ejecutivo del estado de Nuevo León, para que se haga del conocimiento de la ciudadanía la información sobre el estado que guarda el transporte público de pasajeros en esa entidad. La razones de presentar este Acuerdo son diversas y se resumen en que Nuevo León, según los datos aportados por diferentes instituciones públicas el transporte, concentra todas las contradicciones posibles si se le analiza en términos de lo que significa el derecho de las personas de tener movilidad para realizar sus actividades. Se trata de un transporte caro, con bajos niveles de calidad, inseguro, lento, carente de planeación, y que cuyo colofón es que resulta regresivo del ingreso debido a que los gobiernos han privilegiado la movilidad con base en el uso de transporte privado. Como se puede apreciar el diagnóstico es en todo consistente con el Reporte Nacional de Movilidad Urbana en México 2014-2015 elaborado por UN-Habitat. En ese marco, la propuesta de punto de Acuerdo tuvo como origen el siguiente diagnostico particular de la situación en Nuevo León:

  1. Los usuarios del transporte público de pasajeros tienen derecho de transitar de forma segura y con condiciones de calidad pero en Nuevo León así como en el resto del país esas condiciones son deplorables por el estado de las unidades, por la actitud de los choferes y su nula pericia al conducir, así como por falta de rutas, baja frecuencia de paso y cortedad de las propias rutas.
  1. En Nuevo León, es donde existe la menor calidad en este tipo de movilidad, ya que no cubre las necesidades de la población, pese, a la creación en el año 2003 de la Agencia para la Racionalización y Modernización del Sistema de Transporte Público.
  1.  Los usuarios del transporte público señalan que los servicios que prestan las unidades públicas son caros, de pésima calidad y con rutas cortas. El costo del pasaje es de los más caros del país.
  1. Existe un abuso en el transporte público debido a los accidentes viales, donde se pone en peligro la vida, salud e integridad de las personas más aún cuando los concesionarios no se hacen responsables de los daños.
  1. De acuerdo con datos del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo, en Monterrey, la demanda de transporte público en el área metropolitana muestra una tendencia a la baja en los últimos 29 años: de 68 por ciento de participación de usuarios en 1986 a 35 por ciento en 2015 debido al aumento de tiempo de los viajes en una proporción de una hora en transporte masivo contra 25-27 minutos en autos particulares.
  1. Los usuarios gastan un porcentaje significativo de sus ingresos al trasladarse para realizar sus actividades, sobre todo de la vivienda al centro de trabajo. Las viviendas de la población trabajadora de bajos ingresos, que más necesitan transporte público, están alejados de sus centros de trabajo, educación, salud y espacios públicos de convivencia.

Finalmente, el Colegio de la Frontera Norte, señala que los pasajeros en la metrópoli gastan aproximadamente 30 por ciento de sus ingresos en movilizarse en la zona metropolitana, lo que representa un detrimento de recursos para resolver necesidades primarias y sostener a sus familias, lo peor es que el costo no se refleja en la calidad del servicio prestado por los concesionarios del transporte.

El tiempo de dejar el transporte público al final de la agenda de gobierno ya se agotó. Los efectos del actual modelo de transporte sobre la salud, la economía y el bienestar  social de las familias son inocultables, regresivas del desarrollo social, altamente contaminantes, y no funcionales para el desarrollo de las ciudades. En Nuevo León hay que empezar por saber cómo están las cosas para saber qué hacer, la planeación sin datos duros es imposible y ya no podemos seguir trabajando ni tomando decisiones como si el futuro no existiera. Podemos construir un mejor futuro si lo imaginamos hoy y trabajamos para realizarlo entre gobierno y sociedad o simplemente no tendremos un futuro deseable ni uno posible, tendremos lo que resulte de la anarquía, de la irresponsabilidad y de la falta de información.

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