¿Más o menos impuestos?

Una de las principales formas en las que el Estado obtiene recursos económicos para financiar sus actividades, es la recaudación de impuestos. Todo Estado extrae recursos de sus ciudadanos para poder llevar a cabo sus actividades diarias. Esta actividad, sin embargo, ha sido una de las acciones del Estado más debatidas durante los últimos años. Por un lado, existen las personas que exigen el cobro de mayores impuestos para que los gobiernos tengan mayor capacidad de maniobra y puedan expandir su presencia en las poblaciones más marginadas o vulnerables. Por el lado contrario, existen las personas que piensan que el Estado no debe cobrar impuestos a los ciudadanos y deben dejar que estos mismos generen sus propias riquezas. Ante esta disyuntiva vale la pena preguntarse ¿cuál es la relación entre el cobro de impuestos y la calidad de vida de los ciudadanos?

Con base en datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es el país que menos impuestos recauda entre los miembros de esta organización. El total de ingresospor impuestos como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) en México es de 19.7%. Si le quitamos los impuestos de seguridad social, la recaudación baja al 16.6% y si le quitamos además los impuestos cobrados a Pemex, el Estado mexicano recibe en impuestos solamente el 11% del PIB. La carga impositiva en el país ha crecido muy poco durante los últimos 30 años. Entre 1985 y 2015, el incremento del cobro de impuestos del Estado mexicano sólo ha aumentado en un 3.80%. Otros países como Noruega, por ejemplo, recaudan alrededor del 40.5% respecto al PIB. Otros países como Alemania, Dinamarca, Portugal, Polonia o Austria tienen ingresos por impuestos por más del 30%. Una diferencia importante que tienen todos estos países con México no es sólo la gran cantidad de impuestos que cobran sino también la calidad de vida de sus ciudadanos.

A mayor nivel de ingreso de un Estado, mayor es su capacidad para actuar en temas como la salud, educación, vivienda, etc. Este tipo de acciones se ven reflejadas en la calidad de vida de los ciudadanos. De acuerdo con el último reporte sobre desarrollo humano elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), México cuenta con un índice de desarrollo humano por debajo de todos los demás países que cuentan con una mayor capacidad recaudatoria. En áreas como la educación y  vivienda, México también se encuentra por debajo de todos los países que cobran más impuestos en sus sociedades.

La idea de que cobrar mayores impuestos generaría de manera inmediata en México es una idea ingenua. Un factor que caracteriza a gran parte de los países que cobran altos impuestos es que tienen un Estado de Derecho fuerte. Es decir, los ciudadanos saben que el dinero que otorgan al Estado en materia de impuestos será gastado de forma eficiente y transparente en beneficio de los ciudadanos. En el lado contrario, México es uno de los países con el Estado de Derecho más débil dentro de los países de la OCDE de acuerdo con el World Justice Project. Además, de acuerdo con Transparencia Internacional, México se encuentra dentro de los países más corruptos de América Latina y también con uno de los niveles más altos de impunidad. Es por esto que a pesar de que nuestro país pueda recaudar más impuestos, no necesariamente se reflejaría en una mejor calidad de vida de las personas porque con un Estado de Derecho débil, gran parte del dinero recaudado se iría a la corrupción.

Es verdad que México tiene una recaudación paupérrima si lo comparamos con todos los miembros de la OCDE. Esta baja recaudación se expresa en bajos ingresos del Estado y acciones gubernamentales limitadas e ineficientes. Sin embargo, el aumento en el cobro de impuestos no causará inmediatamente una mejora en la calidad de vida de las personas si no garantizamos la aplicación irrestricta de la ley. Una reforma fiscal debe ir acompañada de un fortalecimiento del Estado de Derecho para garantizar que el dinero de los ciudadanos sea utilizado de forma transparente y eficiente.

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