Gana el multipartidismo en las elecciones presidenciales de España.

El día de ayer se celebraron elecciones presidenciales en España. El ganador de los comisiones fue Mariano Rajoy por el Partido Popular (PP). Esta victoria le da al candidato del PP la oportunidad de comenzar su segundo mandato como Presidente de España. A pesar de que Rajoy y el PP estuvieron involucrados recientemente en severos casos de corrupción y que los recortes al gasto social han afectado a millones de españoles, principalmente jóvenes, el pueblo español ha decidido darle continuidad al proyecto de Rajoy, el cual busca estabilizar la economía después de la crisis económica y financiera que atravesó el país en 2008.

Sin embargo, a diferencia de las elecciones presidenciales pasadas, el PP ya no tendrá gran capacidad de maniobra para gobernar. Mientras que en 2011 el PP había obtenido más del 44% de los votos, el día de ayer el porcentaje de electores que eligieron a Mariano Rajoy como presidente no sobrepasan el 28%. Esto ha dado como resultado el fin del bipartidismo y el inicio del multipartidismo en el sistema político español.

El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el PP habían controlado la vida política de España desde el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975. Hasta las elecciones presidenciales de 2011, ambos partidos obtuvieron más del 73% de los votos, dejando menos del 30% a partidos minoritarios principalmente locales. Ahora, ambos partidos perdieron 23% de la intención del voto para obtener de forma conjunta el 50% de los votos. Esto quiere decir que la mitad de la población española ha encontrado representación en otros partidos políticos. Por ejemplo, los recientes partidos Podemos y Ciudadanos han logrado juntos agrupar a más del 33% de los electores en el país. De esta forma, dentro del congreso el PP  tendrá que negociar no solamente con el PSOE sino con las nuevas fuerzas políticas para poder gobernar.

Un aspecto interesante de las elecciones españolas es la geografía del voto en aquel país. El PP obtuvo la preferencia en la mayoría de las provincias del centro de España como Salamanca, Valencia, Burgos, etc. Por el otro lado, el PSOE tuvo su mayor presencia en el sur en lugares como Sevilla, Cádiz y Córdoba. Las provincias en donde Podemos se posicionó como primera fuerza política fueron Guipúzcua y Álava. Por otro lado, regiones como el País Vasco y Cataluña tuvieron mayor preferencia por sus partidos locales.

Un fenómeno importante que ha dejado las elecciones españolas es la división ideológica de la población. Los partidos de izquierda, el PSOE y Podemos tuvieron el mismo porcentaje de votos que los partidos de derecha PP y Ciudadanos con el 42%. Esto demuestra no solamente la diversidad partidista de los españoles sino también las diferencias ideológicas y de opinión de la mayoría de la población de España.

Ante estos resultados, partidos como Podemos ha dejado en claro que el sistema político español no es más bipartidista sino multipartidista. Y que para poder gobernar de forma eficiente y legítima, el PP debe tomar en cuenta las demás voces en el congreso. Por su parte, el PSOE ha declarado que no buscará una alianza con el PP para gobernar. Esto hará más complicado el nuevo mandato de Mariano Rajoy. Al parecer, la única opción posible de una coalición que tiene el PP es con el nuevo partido Ciudadanos.

 

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