El terrorismo y la pobreza

El discurso oficial de la mayoría de los gobiernos occidentales para comprender el terrorismo ha sido el de la aparición de “personas malas” capaces de llevar a cabo los actos más atroces en contra de la humanidad. Samuel Huntington en su famoso libro “Choque de Civilizaciones”, ya hablaba que los conflictos del siglo XXI serían por razones culturales, en las que occidente y el liberalismo tendrían que hacer frente a otras culturas  que afectarían el modo de vida en el cuál vive la mayoría de las potencias mundiales. Esta visión culturalista de la historia ha generado animadversiones en contra de todo aquello que sea diferente a occidente. Esta visión de película del viejo oeste en donde la lucha se da entre “buenos y malos” produce estrategias como las que vemos ahora en donde la única solución al problema es terminar con los malos, es decir, exterminarlos.  Sin embargo, existen otros factores que ayudan a entender porque en determinados lugares surgen grupos radicales que realizan actos terroristas en contra de civiles. No se trata de que en algún lugar del mundo existen personas más malas que buenas, sino que factores estructurales influyen fuertemente en la conformación de sociedades violentas.

De acuerdo con la base de datos recolectada por The Statistics Portal, los países que más ataques terroristas han recibido entre 2006 y 2014 son Iraq, Afganistán, Pakistán, Nigeria y Siria. Estos países, además de ser los lugares que más ataques concentran, también son el lugar donde residen los grupos terroristas más poderosos del mundo como  el Estado Islámico, Boko Haram, Al Qaeda, etc.

ataques terroristas

 

Los medios de comunicación y los países occidentales relacionan estos países únicamente con la presencia del islam como religión principal. Este ha sido el factor que se ha utilizado para comprender el surgimiento de grupos terroristas y sus acciones violentas. Esto ayuda a entender las declaraciones del presidente de Francia, Francois Hollande, de querer expulsar del país galo a toda persona de origen musulman que pueda representar una amenaza. Sin embargo, estos cinco países no solo comparten la religión sino también aspectos como la pobreza y la falta de accesos a servicios básicos como la salud y la educación.

Con base en el índice de desarrollo humano  2014 (IDH), los cincos países antes mencionados son parte de las sociedades menos desarrolladas del mundo. Pakistán, Nigeria y Afganistán se encuentran dentro de la categoría de países con bajo desarrollo humano. Del otro lado,  pesar de que Iraq y Siria se encuentran dentro de los países de desarrollo medio, cada uno posee el lugar número 120 y 118 respectivamente. Este bajo desarrollo humano se explica en parte por la pobreza en que viven la mayoría de los habitantes en estos países. De acuerdo con datos del Banco Mundial, estos cinco países tienen un alto déficit de ingreso de los pobres respecto de la línea de pobreza. Mientras más alto sea el porcentaje del déficit, mayor es el número de población viviendo en pobreza. Afganistán, por ejemplo, tiene una brecha de pobreza del 8.4% den 2011. Esto representa que en ese mismo año el 35.8% de la población vivía con menos de $1.25 dólares al día, según la base de datos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio  (ODM) de las Naciones Unidas. Por otra parte, el país donde más presencia tiene el grupo Boko Haram, Nigeria, tuvo una brecha de pobreza en 2009 mayor al 17%. Este alto porcentaje de personas viviendo en pobreza se puede apreciar de mejor manera si consideramos que en 2010, el 46% de la población nigeriana vivía por debajo de la línea de pobreza.

En relación a la educación infantil, países como Pakistán, tienen todavía un gran rezago en materia educativa. Uno de las metas que Naciones Unidas se planteó llegar en 2015 era el de tener una cobertura universal en educación primaria. Sin embargo, Pakistán sólo ha logrado la cobertura del 71.9% de su población infantil.En el caso de Siria, por ejemplo, el porcentaje de niños y niñas que terminan sus estudios de primaria es del 63.9%. Esto quiere decir que un gran porcentaje de infantes que empiezan sus estudios no los terminan, dejando a gran parte de la población sin la educación básica que toda persona requiere. En términos de salud también estos países carecen de los servicios básicos para atender enfermedades. Con base en el indicador de los ODM sobre mortalidad materna, Iraq tuvo en 2013 una tasa de mortalidad materna de 67. Del otro lado de la moneda tenemos a Francia, en donde en el mismo año la tasa de mortalidad materna fue de 9.

Las culturad de medio oriente y sus religiones no pueden ser la principal explicación de lo que ocurre hoy en día en el mundo. Desde hace muchos años estás culturas ya habitaban el mundo y no teníamos los problemas de los grupos terroristas de hoy. Si queremos comprender porque surgen grupos extremistas capaces de realizar actos como los de la semana pasada en París y Beirut, es necesario entender el entorno en el que viven estas sociedades. El odio en el que actúan estos grupos no surge de profetas ni de dioses sino de años de vivir en condiciones inhumanas de pobreza y marginalización. Si occidente quiere terminar con estos grupos será necesario que envié ataques pero en contra de la pobreza, la mortalidad maternal, la deserción escolar, etc.

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