El caso de España: ¿Llegó el momento para el cambio?

Un especial de Tercera Vía
Ilustración original: Jonathan Gil
Diseño web: Francisco Trejo

¿Quién administrará el cambio que se vive en España? El próximo 20 de diciembre se realizarán elecciones presidenciales y el gobierno de Mariano Rajoy del Partido Popular verá si repite periodo o si cede el puesto a un cambio de último momento. A diferencia de años anteriores -desde 1978, en que se realizó la transición a la democracia- en donde las opciones políticas se concentraban en el bipartidismo conformado por el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), este año se presentan nuevos actores políticos -Ciudadanos y PODEMOS- y se vislumbra un contexto nacional incierto por los intentos de independencia de Cataluña desde su parlamento.

¿Qué está pasando en España y por qué existe un aliento de cambio en el ambiente?

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LOS DATOS

 

Economía en España

Tras la crisis financiera mundial de 2008, uno de los países europeos que más fuertemente resintió la desaceleración económica fue España. Con base en datos del Banco Mundial, dicho país no ha logrado crecer económicamente al 4.2% del Producto Interno Bruto (PIB) desde 2006. En 2009, la crisis hizo que la economía española tuviese una caída del -3.6% del PIB. Si bien el gobierno de Mariano Rajoy ha logrado estabilizar la economía al obtener un crecimiento del 1.4%, España se encuentra por debajo del crecimiento económico mundial de 2.5%. Este bajo crecimiento ha generado una baja en la productividad de la economía. De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), el porcentaje de las horas trabajadas del mercado laboral en España es del 50%; si lo comparamos con países como Noruega (86.6%), Estados Unidos (64.1%), Luxemburgo (82.1%) o Francia (59.5%), este país presenta una baja productividad. Además de eso, el crecimiento de la economía española ha sido paralelo al incremento de la deuda pública del gobierno central: el porcentaje de deuda del gobierno en relación al PIB pasó de 29.4% en 2007 a 65.9% en 2012.

Más del 12% de las personas que trabajan en España no tienen la estabilidad o seguridad de mantenerse con empleo al mediano y largo plazo.

Otro de los problemas causados por la crisis financiera fue la contracción del mercado laboral. La tasa de desempleo (% de la población activa total) se incrementó de 8.6 en 2006 a 26.6 en 2013. Por eso España ha sido de los países europeos que más altas tasas de desempleo presenta. Como referencia hay que considerar que la tasa de desempleo a nivel mundial se ha mantenido constante de 5.9% a 6% en el mismo periodo de tiempo, a pesar de la crisis financiera mundial.

Los jóvenes han sido el grupo social más afectado en España por el desempleo. La tasa de desempleo en hombres de 15 a 24 años pasó de 15.4% a 57.8% en 2013. Otros países en Europa han tenido una mejor condición del mercado laboral juvenil. Por ejemplo, Suiza tuvo una tasa de desempleo juvenil de 8.6 y Alemania de 8.5 en 2013. Las mujeres jóvenes también han sido especialmente vulneradas por la baja oferta laboral en España. Mientras que países como Suiza y Alemania tienen una tasa de desempleo de mujeres jóvenes menor de 9%, las mujeres entre los 15 y 24 años de edad en España tienen una tasa de desempleo del 56.7%. Las personas que logran obtener trabajo no siempre cuentan con la seguridad de que puedan mantener su empleo a mediano y largo plazo. El porcentaje de empleo vulnerable (familiares no remunerados y a los trabajadores autónomos como porcentaje del empleo total) es de 12.8% del empleo total. Es decir, más del 12% de las personas que trabajan en España no tienen la estabilidad o seguridad de mantenerse con empleo al mediano y largo plazo.

Desarrollo Social

Uno de los aspectos que más críticas ha recibido el gobierno de Mariano Rajoy durante su administración es el recorte en el gasto de servicios públicos. A pesar de que en el rubro de la salud España tiene un gasto público por arriba del promedio de los miembros de la OCDE, desde el 2009 ha disminuido de manera estrepitosa. Mientras que en 2008 representaba más del 5% del PIB, para 2011 se había reducido hasta un -2%.

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Un elemento importante para entender los niveles de pobreza en este país es el ingreso de las familias españolas
La educación pública también ha experimentado una disminución considerable en su presupuesto. De acuerdo con datos del Ministerio de Educación del Gobierno Español, la inversión en educación por parte del Estado disminuyó un 12% entre 2009 a 2012. Las provincias en España que más han hecho recortes son Castilla-La Mancha (20%), La Comunidad Valenciana (19%) y Canarias (17%). Estas cifras sitúan a España -con 4.42%- por debajo del gasto promedio en educación en la Unión Europea, el cual es de 5.25% del PIB.

La oficina estadística de la Unión Europea declaró en este año que España es el segundo país en Europa-después de Grecia- donde más aumenta el riesgo de pobreza

La baja intervención del Estado en aspectos claves del desarrollo social como la educación y la salud ha dado pie a un aumento considerable de pobreza.. Entre 2008 y 2014 el porcentaje de personas de la población total viviendo en dicha situación pasó del 24.5% a 29.2%; esto significa que hasta el año pasado en España había 13 millones 400 mil personas bajo el umbral de una vida plena. Un elemento importante para entender los niveles de pobreza en este país es el ingreso de las familias españolas. Mientras que el salario promedio anual de una familia en Finlandia es de 29,865 euros, en España corresponde a 16,719 euros al año.

También la desigualdad se ha convertido en un problema recurrente en este país. El índice de Gini (medidor de desigualdad) en España creció de 32.7 en 2006 a 35.9 en 2012. Por ejemplo, según datos del Banco Mundial, el 20% de la población mejor remunerada acapara el 41.8% de los ingresos totales de España. Si comparamos esta cifra con Suecia, en donde el 20% más rico ostenta el 36.2% de los ingresos totales de la población, España ha comenzado a tener graves problemas de concentración de riqueza en pequeños sectores de la población.

Migración

A pesar de que España no es uno de los países más grandes en términos de extensión territorial, si es una de las naciones con más inmigrantes viviendo dentro de sus fronteras. Con base en datos de la Organización de las Naciones Unidas, dicho país forma parte de las 10 naciones en el mundo que más gente recibe de otros países. Hasta 2013, en España vivían 6.5 millones de inmigrantes provenientes de otras partes del mundo. La mayoría de estas personas (6 millones) arribaron entre 1990 y 2013, convirtiendo a España en el tercer país que más ha recibido inmigrantes en este periodo de tiempo, tan sólo después de Estados Unidos (23 millones) y Emiratos Árabes Unidos (7 millones).

La situación de los migrantes, sin embargo, no es positiva. De acuerdo con la OCDE, el 40% de ellos y ellas viven en este país por debajo de la línea de pobreza nacional. Además, España tiene la tasa más elevada de jóvenes migrantes que ni estudian ni trabajan entre todos los miembros de la OCDE. Los jóvenes migrantes entre 15 y 35 años representan el 26% de la población total de jóvenes que no estudian ni trabajan.

La migración de otros países hacia España no ha sido la única movilidad que presenta el país, pues millones de españoles han tenido que dejar su país por la difícil situación económica en la que viven. Con base en datos de la Estadística de Migraciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), al menos 2 millones 667 mil personas han salido de España entre enero de 2008 y julio de 2014 para buscar una mejor fortuna en el exterior.

Corrupción y desilusión política

España ha sufrido en los últimos años una grave crisis de representatividad política debido a los escándalos de corrupción que han rodeado a la clase política del país
Desde los malos usos del erario público por gente importante del Partido Popular (incluyendo al actual presidente de España) hasta los de tráfico de influencias de la familia real, lo que le ha convertido en uno de los países de occidente peor evaluados por Transparencia Internacional. De acuerdo con el Índice de la Percepción de la Corrupción 2014, España tiene la posición número 35 de 175 países evaluados, mientras que Alemania obtuvo la posición número 12, Estados Unidos la 17, Canadá la 10 y Francia la 26. Esta percepción negativa de la sociedad sobre la aplicación de la ley se debe en parte a las irregularidades del Estado de Derecho en este país. Con base en el Índice sobre Estado de Derecho 2014, España tiene una de las calificaciones más bajas sobre la aplicación de la ley dentro de los países de Europa occidental. Su posición regional en la calificación del Estado de derecho es la 17 de 24 países. Mientras que países como Holanda y Alemania obtuvieron una calificación por arriba de 0.80 (cuando más cercano a 1 mejor es la aplicación de la ley en un país), España obtuvo un 0.68.

La corrupción y la laxa aplicación en la ley en contra de quienes cometen estos actos, ha generado que en España los partidos políticos sean de las instituciones políticas peor evaluadas por la sociedad española. La última encuesta realizada por el Eurobarómetro mostró que las instituciones menos populares para los españoles son los partidos políticos, el gobierno y el parlamento. Las tres instituciones no tienen una calificación aprobatoria dentro de la sociedad e inclusive no sobrepasan el 3 en la evaluación. Está desilusión que tienen los españoles ante sus instituciones políticas ha permitido el surgimiento de nuevas agrupaciones políticas como “Ciudadanos” y PODEMOS.

PODEMOS

La aparición y popularidad de Podemos no puede entenderse sin comprender la crisis que ha sufrido el llamado “Régimen del 78” producto de la muerte del general Franco y la instauración de la democracia. Con la caída de la dictadura, el PSOE (Partido Socialista Español) gobernó entre 1982 y 1996 impulsando lo que en ese entonces se había convertido una huella de Europa: El Estado Benefactor. Sin embargo, con el paso del tiempo los socialistas españoles no pudieron huir al acoplamiento neoliberal que se expandía en el mundo y muchas de las promesas al inicio de su gobierno fueron rápidamente olvidadas, privilegiando la disminución del papel del Estado en la economía.

La caída en la popularidad del PSOE en la década de los noventa por los malos resultados permitió que el PP (Partido Popular) ganara por primera vez las elecciones presidenciales. Para fortuna del partido, el presidente José María Aznar contó con un ambiente internacional favorable, permitiéndole mejorar las condiciones de vida de los españoles a través de la disminución en la tasa de desempleo y el aumento del PIB al 4%. Sin embargo, las posturas radicales del PP sobre la invasión a Iraq y el mal manejo de los ataques terroristas del 11 de Marzo del 2004, le abrieron las puertas una vez más al PSOE con la presidencia con José Luis Zapatero (2005-2011).

Desafortunadamente para los socialistas, la crisis financiera mundial del 2008 disminuyó el crecimiento económico español al estancarse en 3.8%, afectando la calidad de vida. Ante la poca capacidad de respuesta del gobierno de Zapatero, el PSOE volvió a perder el poder en las elecciones presidenciales, otorgándole de nueva cuenta la presidencia al Partido Popular con Mariano Rajoy. Para estabilizar la economía, Rajoy implementó políticas de austeridad en España a través de la reducción en el gasto social del Estado, generando un mayor descontento social por recortes a la educación y la salud.


En respuesta, la sociedad española se organizó y comenzó a demandar un cambio en la vida política de España. El 15-M, también conocido como el movimiento de “los indignados” surgió como un proceso de cambio profundo que preparó las condiciones para una reinvención de la política.

En una de las derivaciones de ese proceso, un grupo de profesores universitarios y activistas políticos formaron en un pequeño salón en Madrid lo que hoy se conoce como PODEMOS. Su rostro más visible, Pablo Iglesias, es profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid y adquirió fama y popularidad al participar en tertulias en distintos programas de televisión como La Sexta Noche, el Gato al Agua y la Tuerka; este impacto mediático del líder de Podemos le dio a la organización el alcance nacional que posteriormente le ayudaría a conformarse como fuerza política.

Al mismo tiempo, el uso de las redes sociales se convirtió en un catalizador para la incorporación de ideas y demandas por parte de la sociedad civil.

Otros líderes de PODEMOS habían estado en contacto con los gobiernos bolivarianos de América Latina en Venezuela, Bolivia y Ecuador. El reflejo de esta influencia latinoamericana puede verse en la línea discursiva que mantuvo PODEMOS al cambiar el antiguo discurso de antagonismo de clase a la diferencia entre “el pueblo” y  “la casta” o el de los de “arriba” contra los de “abajo”.


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En su estructura partidista, PODEMOS ha estado organizado por medio de los llamados “Círculos Podemos” los cuales funcionaban como mecanismos de participación ciudadana dentro del partido. Al mismo tiempo, el uso de las redes sociales se convirtió en un catalizador para la incorporación de ideas y demandas por parte de la sociedad civil. Por medio de la construcción política desde abajo y con el liderazgo carismático e innovador de Iglesias, ésta formación obtuvo 1,2 millones de votos en sus primeras elecciones, logrando así 5 escaños en el parlamento europeo en 2014.

La irrupción de PODEMOS en la vida política de España terminó con la hegemonía de los partidos políticos convencionales que habían logrado consolidar el bipartidismo. Un ejemplo de ello fueron las elecciones de 2014, donde ambos partidos obtuvieron juntos menos del 50% de las votaciones, a diferencia del 81% ganado en 2009. Si bien hoy en día PODEMOS ha perdido fuerza y apoyo de la sociedad española debido a la aparición de otros partidos como Ciudadanos y la reconstrucción del PSOE y el PP, queda mucha historia por contarse.

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LA ENTREVISTA

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Javier Toret Medina

Toret es licenciado en Psicología por la universidad de Málaga. Ha sido activista de movimientos políticos y comunicativos. Es Investigador autónomo entre la psicología, la filosofía, la política y la tecnología. Profesor de los cursos ‘Radical community manager’, en la especialidad de redes sociales, comunicación política y herramientas para organizarse y formarse en Internet.

Ha publicado junto a otros autores: “Tecnopolítica, Internet y R-evoluciones, sobre la centralidad de las redes digitales en el 15M”. También en el libro colectivo de la universidad nómada “Democracia distribuida”  así como un estudio sobre Tecnopolítica y 15M: “La potencia de las multitudes conectadas”.

Desde el 2011 estudia los movimientos en red en distintas partes del mundo. Ha trabajado con investigadores y activistas de las revueltas que van desde la primavera árabe, el 15M, occupy movement, el #YoSo132 mexicano, las revuelta de gezi park o #OccupyGezi en Turquia y las de revueltas de junio de 2013 en Brasil #VemPraRua. También esta trabajando sobre el movimientos en red en Hong Kong también conocido como #UmbrellaMovement #OccupyHongKong. Actualmente colabora en la plataforma “Barcelona en Comú” que gobierna dicha ciudad.  

¿Qué está pasando en España y hacia dónde está apuntando en este momento el proceso político del país?

Habría muchas dimensiones que tocar con esa pregunta. Creo que como muchos saben en 2011 hubo una gran emergencia de un movimiento en red autonomizado que se llamó 15-M, porque empezó el 15 de mayo del 2011. Este movimiento ha generado transformaciones en los ámbitos cultural, social, de mentalidad, y de nuevos temas que se han puesto en la escena para un cambio en la visión de un parte de la sociedad española, que a su vez ha generado transformaciones en el sistema político-institucional. Se tiene un impacto enorme sobre todo porque no ha sido un acontecimiento que se queda ahí, sino que genera muchos efectos, y ha generado un enorme ecosistema de movimientos en red y colectivos o asociaciones civiles que han participado más que los últimos treinta años.

El 24 de mayo del año pasado hubo elecciones europeas y por primera vez existieron algunas fuerzas novedosas: por ejemplo, el “Partido X” que obtuvo cien mil votos y “PODEMOS” que obtuvo 150 mil votos e irrumpió el escenario institucional con una referencia muy clara: por un lado al movimiento, por otro lado a los valores, el lenguaje y a los temas que había generado 15-M como caldo de cultivo. (Para ver todas las derivaciones de 15-M, ver mapa). Fue una verdadera sorpresa para el establishment. La ilusión de “podemos” con cinco diputados europeos nos sacudió la escena política y mediática y generó una expectativa muy grande de cambio institucional macro en el país.

Después de esto la fase de crecimiento es muy importante, pues PODEMOS logró lo que llamamos “estar el centro de la atención colectiva”. Consiguieron instalarse sobre todo por su capacidad estratégica para introducirse en los programas de televisión y realmente captar la atención de un deseo de cambio más en general que había en la sociedad española, pero que no había penetrado el ámbito institucional.

En ese contexto, el siguiente reto fueron las elecciones municipales que se llevaron a cabo el pasado mayo del 2015, donde se puso en marcha un proceso bastante interesante, porque PODEMOS tenía como objetivo prioritario intentar cambiar al gobierno de la nación, sacar al Partido Popular (PP) y hacer una fuerza de recambio en la dimensión institucional del Estado. Es entonces que en Barcelona surge una iniciativa en la cual participo y que se llamaba “Guanyem Barcelona” –Ganemos Barcelona– pero que hoy se conoce ya como “Barcelona en Comú”.

¿Cómo se conforma esta plataforma?

Un conjunto de activistas de distintos movimientos sociales, de La PAH -Plataforma de Afectados por la Hipoteca-, del 15-M, algunas “mareas” -la Marea Blanca, en defensa de la sanidad pública, y la Marea Verde, contra los recortes a la educación- y militantes de distintas ciudades se unieron para buscar un cambio no a nivel de Estado o nivel europeo, sino una candidatura a nivel municipal, que es un proyecto de transformación desde lo inmediato, la propia ciudad.

Tenían miedo también de que pudiera entrar cualquiera que usara el nombre de PODEMOS y se colaran corruptos.

La base para esto fue una sucesión de discusiones y de experiencias, así como una maduración que una parte importante del movimiento: hay un cambio de mentalidad en los grupos políticos, mientras las plataformas y las ciudades tiene más apoyo que nunca. Existe un deseo y una expectativa colectiva de un cambio a nivel institucional que no estaba cubierta por nadie porque los partidos no la cubrían.

Hubo una decisión importante en la asamblea de PODEMOS que decidió no competir contra las candidaturas municipalistas que se estaban construyendo y renunciar a su marca, porque se jugaban ocho mil municipios y tenían miedo también de que pudiera entrar cualquiera que usara el nombre de PODEMOS y se colaran corruptos. Entonces decidieron no entrar directamente con su nombre sino colaborar con las candidaturas ciudadanas de unidad popular. Empero, el municipalismo ha propuesto un modelo de alguna manera diferente al que tiene PODEMOS en la estrategia de la construcción de la política, no sólo porque la escala es más pequeña -trabajar en tu ciudad- sino porque el municipalismo invita a una dinámica de recomposición entre distintos partidos de la izquierda por un lado, pero por otro lado una lógica de protagonismo ciudadano de abajo-arriba.

¿Qué otra diferencia existe entre PODEMOS y el municipalismo?

PODEMOS es una operación pensada por un grupo de profesores y gente que trabaja en la comunicación vinculada a la Universidad Complutense de Madrid, que consigue hacerse presente desde la escena mediática, desde la televisión, lanzando un discurso y de alguna manera también lanzando el reto de construir una candidatura nacional. Aunque en Barcelona en Comú también es utilizado ese recurso, podríamos decir que el municipalismo es la propia escala de red y metropolitana de articulación de la dinámica de movimientos sociales locales más la recomposición con distintos partidos de izquierda con una clara tendencia de protagonismo ciudadano abierto. Es un proyecto de recuperación de ciudades como el espacio de mayor posibilidad de intervenir en lo cercano, del sitio donde vivimos y de su gestión. Se basa en la construcción de candidaturas singulares en cada ciudad, con su propia idiosincrasia y su propia dinámica.

Si hay un modelo local -el municipalismo- y uno nacional -PODEMOS- ¿Existe forma de unir ambos esfuerzos de cambio?  

PODEMOS cumple una función importante en el trabajo de deslegitimación del régimen y ataques por arriba con sus máquinas comunicativas de producción de discurso.
Se pueden hacer algunas arquitecturas mixtas y está por verse. Yo creo que por un lado las escalas determinan un movimiento y el tipo de organización. Considero que el municipalismo es mucho más creativo y yo creo que eso es una de sus grandes ventajas, lo veo más capaz de transformarse o mutar en el proceso que PODEMOS que ha construido una estructura orgánica muy fuerte, muy formal, con una vida interna más cercana a los partidos clásicos, que está más apegada a una misión ideológica, y por eso creo que como modelo tiene menos libertad y menos flexibilidad. Barcelona en Comú es un movimiento municipalista y ha montado una máquina electoral al mismo tiempo, mientras que PODEMOS ha creado de la nada una máquina electoral pero no tiene un movimiento.

En este momento vemos que es el tiempo para el municipalismo y le ha ido bien, pero quizá en algún punto tendrá que federar, que es mantener la diversidad pero con un centro político que cohesione.

Pero veámoslo en capas: PODEMOS cumple una función importante en el trabajo de deslegitimación del régimen y ataques por arriba con sus máquinas comunicativas de producción de discurso. Por otra parte, los movimientos municipalistas están atacando el campo institucional, pero también articulando una parte de la respuesta social en las ciudades, y generando una nueva dimensión organizativa metropolitana  de recomposición de una parte del movimiento social. Después habría otra capa de una sociedad civil y movimientos sociales que están innovado y que van más rápido que la instituciones. Los movimientos sociales y la sociedad civil siempre van un poco por delante a la hora de señalar los problemas.

¿Cuales han sido hasta ahora los problemas de la apuesta municipalista?

Hoy mismo Barcelona, Madrid, Zaragoza, Valencia, Coruña, Cádiz y Compostela tienen gobiernos del cambio. En estas ciudades empiezan a haber fricciones por saber ¿Qué es más legítimo y quién tiene más poder: el Estado o la ciudades? Pasa mucho en Madrid o Barcelona, donde hay una lucha entre jurisprudencias y competencias, que es un poco la tensión también de una de las perspectivas de nuestra idea de municipalismo constituyente, que se construye así soberano como la ciudad, aunque sabe que está en una interdependencia con las distintas administraciones.

En el caso de los refugiados, desde Barcelona se hizo una carta firmada que obtuvo seis millones de visitas y después tuvo en efecto muy grande con el tema de los refugiados de Siria. Ese ha sido un ejemplo muy concreto de cómo una iniciativa a escala de la ciudad ha puesto una serie de temas a colación y ha interpelado otros espacios, algunos encabezados por gobierno de cambio, que crearán una red de ciudades solidarias a los refugiados. Esto ha generado una tensión al gobierno nacional de Rajoy, quien estaba en la lógica de desentenderse, de intentar quitarse el problema de las manos.

¿Las ciudades del cambio son una vuelta a la polis y un sueño de soberanía local?

Ahí veremos si PODEMOS logra el cometido que tanto ha promovido: romper el bipartidismo en España

En Barcelona se están retirando las acusaciones contra activistas, se han emprendido importantes reformas, aumentaron las becas de comedor y se abrió la oportunidad para hacer política pública que realmente marque una diferencia entre lo abstracto del modelo de democracia y la idea de realmente poner al servicio de la gente a las instituciones, acabar con la corrupción, generar dinámicas de otros tipos de democracia y aumentar los derechos sociales de la gente. Los municipalismos se están encargado de la ciudad, pero ahora vienen las elecciones estatales y ahí veremos si PODEMOS logra el cometido que tanto ha promovido: romper el bipartidismo en España.

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